¡Aguyje Paraguay! (Gracias Paraguay)

 
Por primera vez se realizó en Paraguay un congreso de Economía de Comunión. El empresario en el centro de la atención

edcpar4Son constructores, distribuidores, productores agro-ganaderos, comerciantes, vendedores, agentes inmobiliarios, pequeños industriales, empresarios de la salud, de la enseñanza, y de servicios como la reparación de electrodomésticos, electromecánica, limpieza y mantenimiento de edificios, estudiantes.

Son 120, vienen de Paraguay y de Argentina y se congregan en el Centro Mariápolis “María, madre de la humanidad” de Surubi-i, en las afueras de Asunción (Paraguay), el primer fin de semana de septiembre.

Carolina Peralta, del comité organizador, explica que no se trató tanto de charlas magistrales o ponencias teóricas —que no faltaron— sino sobre todo de compartir vivencias en la actividad empresarial.

edcpar2La joven rosarina Carolina Carbonell pinta en pocas líneas el sentir de muchos participantes: “Recorrer cientos de kilómetros para estar unas horas con tusamigos, suena un poco loco. La respuesta es que sólo se hace cuando se sigue un sueño, un llamado, una vocación…”.

“El empresario de Economía de Comunión (EdC) hace una opción por la pobreza”, afirma el profesor Bruni via skype desde Roma. Entonces ¿jamás habrá un empresario EdC rico? Germán Jorge, de Paraná (Entre Ríos, Argentina), dueño y director de una distribuidora de materiales para la construcción con 60 empleados, contesta: “Al empresario de EdC le duele la pobreza. Si no, no es un empresario EdC. No es inmune a ella, sino que la abraza. Y una forma de abrazarla es trayéndola a la empresa”.

edcpar5Es bueno, por otra parte, demostrar que aun abrazando (o justamente por abrazar) este estilo de vida, se puede ser empresarios exitosos. Lo confirma Ramón Cerviño, de Córdoba, Argentina, empresario de la salud: “lo que distingue este tipo de líder empresarial de otros es que no elige a los pobres en vez de la empresa, sino más bien opta por la comunión como estilo de vida: descubre, acepta y elige la diversidad del otro, lo que es y lo que tiene de distinto a él”.

Un rico intercambio acerca de la “vocación” del empresario EdC motivó a todos, convencidos de que están llamados a ser catalizadores de comunión, dentro y fuera de la empresa. “Tenemos que ser personas de comunión que viven por su comunidad… Y la empresa, de esta manera, no es una máquina para hacer dinero, sino una comunidad de personas”.

edcparLas conmovedoras vicisitudes de una peluquera, una comerciante y un vendedor ambulante que generaron micro emprendimientos junto a sus familias, son ejemplos estimulantes de trabajo y tenacidad. Muy interesante la visita a “Todo Brillo”, la empresa de limpieza más grande de Paraguay con alrededor de 600 empleados. La empresa comenzó con María Elena y sus hijos como limpiadores, luego que ella renunciara a un puesto de gerente de un prestigioso banco, abandonando su “comodidad” para lanzarse a la aventura más maravillosa de su vida. “Nuestra empresa es para aquellos que no pudieron estudiar. Nosotros somos la posibilidad de inserción laboral”, afirma María Elena.

Fue “un encuentro de comunión en la economía”, sintetiza Andrés, de Buenos Aires.

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