Fue todo un desafío. Nos convocó un sacerdote que participa desde muy joven del carisma de la Unidad para que lo ayudáramos en esta Semana Santa a llegar a los más solos de su parroquia.
Éramos chicos de distintos grupos y ciudades de Santa Fe y Entre Ríos. No nos conocíamos entre nosotros pero pasó algo hermoso: pudimos tener a Jesús entre todos; nos contamos de nuestros grupos, compartimos canciones y nuestras distintas experiencias de apostolado y llegamos a la conclusión que al tener distintos carismas y vocaciones podíamos complementarnos y formar “un equipo” en el que cada uno aportaba su granito de arena.
Una de las experiencias más lindas fue cuando salimos a visitar a las familias; la gente era muy amable y nos atendieron siempre, pero en una de las casas había dos chicas y un chico con música fuerte, entonces decidimos pasar de largo porque pensamos que no nos iban atender. Un rato más tarde decidimos volver y para nuestra sorpresa la señora bajó la música, nos hizo pasar y nos pidió que digamos al sacerdote para que bendiga la casa. En ese clima tan lindo; rezamos una oración y nosotros mismos bendijimos su casa -tal como el Padre Sergio nos había indicado-. Rezamos todos juntos con la señora y sus dos hijos. Al leer la historia de Zaqueo, la señora se emocionó, igual que nosotros, porque dejó entrar a Jesús -a través nuestro- a su casa como Zaqueo con Jesús.
El jueves santo hicimos la llamada “Noche Heroica” donde le hicimos “el aguante a Jesús”: realizamos juegos, dinámicas, etc. Cuando a las 5 a.m quemábamos los papeles con los sacrificios que íbamos a hacer por Jesús, en un momento el fuego se detiene y queda un pedacito de papel sin quemarse donde decía: JESUS.
Fue algo increíble. Sin dudas Jesús nos quiso decir que Él estuvo con nosotros. Axel -uno de los chicos del barrio que no va a misa hace mucho tiempo- cuando vio el nombre de Jesús ¡se quedó muy impactado!
Antes de la misa de la vigilia pascual, Axel nos preguntó por qué veníamos a misa y por qué comulgábamos. Le contamos el sentido de Jesús Eucaristía par nosotros. Hacía mucho tiempo que él no lo hacía y nos pidió si podía comulgar. Después nos contó lo que para él había sido compartir esta experiencia con nosotros. Al finalizar le entregamos la cruz misionera como regalo. Un momento muy especial!
¡Fue realmente una Semana Santa!
Comunidad de la Capilla Santa Lucia, Mov. de los Focolares, Agustinos Recoletas, Acción Católica (ciudad de Santa Fe)