El domingo 31 de Mayo de 2015, se llevó a cabo en el Centro Mariápolis de Asunción, la primera Jornada de Jóvenes promovida por los Jóvenes Por Un Mundo Unido de Paraguay, con el objetivo de hacer llegar a otros jóvenes del país la experiencia de vida concreta para la construcción del Mundo Unido.

Algunos jóvenes ya habian llegado en la noche anterior para preparar todo para el día siguiente, pero también aprovecharon para empezar enseguida a construir momentos de fraternidad con aquellos nuevos que allí se encontraban.

Con el lema “¿Sos capaz de grandes cosas?”, trataban de invitar a los jóvenes a hacer actos concretos para poder llegar a un mundo mas unido, ya sea a través de la música, de la danza, del arte marcial, de charlas, experiencias y de los juegos que hicieron durante el día.

Eran 86 jóvenes presentes de las varias ciudades y en su mayoria jóvenes nuevos, que sentían que cada momento del programa era una forma de construir el gran rompecabezas que se encontraba en el escenario.

Todos buscaban aportar de alguna manera para que cada momento fuera especial y así se experimentaba un clima pleno de familia que generó buenas amistades y nuevas propuestas para llevar adelante las actividades de los JXMU (Jóvenes Por Un Mundo Unido).

También aprovecharon la oportunidad para recaudar alimentos no perecederos y abrigos para llevar a un hogar de niños (la Casa Misericordia), donde algunos ya habían visitado y se propusieron realizar un acompañamiento más frecuente.

“La propuesta de vivir un domingo diferente fue, de hecho, algo que pudimos hacer hoy -nos decía un joven al final del día-. Ojalá podamos encontrarnos con mas seguido, para poder realizar las demás actividades que tenemos pensado hacer durante este año”.

“A mi me tocaba cantar con el conjunto, pero comencé a temblar porque tengo pánico escénico, en ese momento era un repetir a mi misma varias veces.. ‘Por amor, Divina. Hacelo por amor’ -cuenta una de las jóvenes organizadoras-. Y eso fue lo que hice, quería donar las músicas que cantábamos y con eso poder transmitir esta alegría que sentía dentro. Muchas veces tenemos ese don escondido, que está allí y debe ser descubierto. Sólo es cuestión de donarse y dejarse llevar por Dios, ser un instrumento no más. Fue lo que hice y les aseguro que funciona!”.

Al final del día, varios jóvenes decían que se notaba la sonrisa en la cara de cada uno y que debemos seguir en esta hermosa aventura de construir el Mundo Unido adonde nos toque.

¡Fue un domingo diferente, donde vivimos el mundo unido a pleno!