Centro Mariápolis de Cunaco (Chile), un patrimonio histórico.

 
El antiguo edificio y el parque del Centro Mariápolis de Cunaco (Chile), atraen a grupos deseosos de conocer el valor histórico de los mismos.

El 31 de mayo se celebra en Chile el día Nacional del Patrimonio Histórico. Con ese fin el Centro Mariápolis “Amore” de Cunaco fue visitado por la Escuela Ignacio Carrera Pinto de Nancagua

“El centro Mariápolis es mucho más que un patrimonio arquitectónico, representa una forma de vida; es a la vez historia social, historia de la propiedad, historia de la familia, de los usos y sus costumbres rurales -cuentan las focolarinas que allí viven y gestionan el Centro-“.

DSC_0602En reconocimiento al día del patrimonio el Centro Mariápolis abrió sus puertas a 60 niños para visitar las instalaciones de la casa patronal donde se les acompaño con un guiado de la historia y usos de la casa a través de los años.

“El Centro Mariápolis es un importante patrimonio para la nación, tanto por su nivel arquitectónico y natural, como también por su relevancia histórica, religiosa y formativa.”

La Hacienda El Huape de Cunaco perteneció a la familia Valdés Ossa, quienes vivieron en este lugar desde el siglo XIX. En un comienzo, alrededor de los años 1830, se había construido una casona patronal junto con el parque de estilo francés. Lamentablemente, a principios del siglo XX, dicha casona sufrió un incendio, por lo que se perdió la totalidad de la misma. Posterior a ello, comenzó la reconstrucción de la casona, sin embargo, de una forma totalmente diferente.

La casona actual posee una mezcla de estilos arquitectónicos, donde destacan el francés, inglés e italiano, presentes en su llamativa fachada. Este tipo de construcción no es típica en la región, donde existen casas de estilo colonial, sino que su arquitectura corresponde al usual del viejo continente.

Por otra parte, la familia dueña de esta hacienda, Valdés Ossa, fueron de gran renombre en el país, siendo también de vital importancia para los habitantes de todo el sector. Crearon una capilla para el pueblo, ayudaron con la educación de la gente, entre otras acciones que significaron un apoyo para el pueblo.

Sin embargo, la primera casona, la cual se desmoronó debido a un gran incendio, fue la casa que acogía en las vacaciones a Juanita Fernández, conocida como Santa Teresita de los Andes, quien fue gran amiga de la familia Valdés Ossa. Juanita, en aquellos tiempos, ya mostraba un gran interés por la vida religiosa, sin encontrar aun su vocación. Era tal su apego a Dios y a Jesús, que durante su momento de meditación y oración fue capaz de levitar. Tras esto, ingresó a las Carmelitas Descalzas de los Andes, momento en que comienza a llamarse Teresa de Jesús.

Una vez reconstruida la casona, una descendiente de la familia, Herminia Valdés Ossa, comienza a aportar en el desarrollo de la comunidad, incluso entregando la casona patronal a las Religiosas de Santa Marta, quienes la utilizaron como escuela técnica por 17 años. Lamentablemente, todos esfuerzos de Herminia se ven opacados por la Reforma Agraria, la cual quita territorio a la familia para ser parte del estado chileno. Herminia fallece tiempo después debido a una grave enfermedad, por lo que no pudo ver lo que ocurrió con sus tierras. A pesar de todo, su hermana Elisa se dedica a comprar todos los terrenos que fueron despojados para recuperar todo lo que su difunta hermana había logrado con tanto trabajo. Finalmente, decide donar la hacienda a las religiosas Adoratrices de María.

Las Adoratrices de María donan en el año 1993 el territorio de la casona patronal y el parque al Movimiento de los Focolares, el cual se ha mantenido hasta el presente.

El parque es también un importante patrimonio de esta hacienda. Creado en la primera mitad del siglo XIX, se caracteriza por su indiscutible estilo francés, el cual sin duda fue influenciado por la moda paisajística fraEl ncesa de aquellos años. Se destacan árboles muy antiguos, ninguno de ellos nativos de la hacienda, sino que todos fueron traídos aquí para poder formar el parque. Podemos observar pino insigne, araucarias, palma chilena, camelias, grandes paltos, entre otros. Muy típico de la moda paisajística de esa época era utilizar estatuas o esculturas de los antiguos dioses griegos. Actualmente sólo queda una, que pertenece a la imagen de la diosa Artemisa, diosa de la caza, los animales y la naturaleza.

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