Pascual Foresi

 
Cofundador con Chiara Lubich del Movimiento de los Focolares (05.07.1929 -14.06.2015)

Para el último saludo a Pascual Foresi llegaron realmente muchas personas a Rocca di Papa (Roma). Algunas provenían de otros países de Europa. Para no hablar de las innumerables entradas a la conexión en streaming. Es un testimonio de la estima y del reconocimiento hacia esta importante figura de los Focolares.

PasqualeForesi_Chiara_Lubich_IginoGiordani El Padre Foresi contribuyó mucho al desarrollo del Movimiento, desde que Chiara Lubich, en los inicios, quiso que estuviera junto a ella y lo consideró cofundador, junto con Igino Giordani. Ahora los tres –Lubich, Giordani, Foresi- reposan en la pequeña capilla del Centro Internacional, signo visible de una triada que, ahora reunida en el cielo, sigue sosteniendo a cuantos en el mundo están comprometidos en el camino de la unidad que surge del carisma de Chiara.

Pascual nace en Livorno en 1929. Con sólo catorce años, para ofrecer un servicio a Italia, como escribió, escapa durante la noche para unirse a los grupos de la Resistencia que luchan por una nueva Italia. Es en ese período que se abre camino en su mente la idea del sacerdocio. De regreso a su casa, entra en el seminario diocesano de Pistoia (donde se había trasladado su familia) y después al Colegio Capranica de Roma para frecuentar la Universidad Gregoriana. Pero esa vida no parece satisfacerlo plenamente.

MIentras tanto, Palmiro, su papá, diputado del Parlamento italiano, conoce a Igino Giordani quien a su vez le presenta a Chiara Lubich. Profundamente impresionado por la radicalidad evangélica de esa chica trentina, el diputado Foresi quiere hacer que se encuentre con su hijo quien estaba en búsqueda de un cristianismo auténtico. La invitan a encontrarse con la élite católica del lugar. No pudiendo ir personalmente, Chiara manda a Graziella De Luca, una de sus primeras compañeras, quien por una PasqualeForesi_IginoGiordaniequivocación llega al día siguiente de lo establecido. En la casa, la recibe Pascual, quien no estaba para nada interesado en conocerla, pero por pura cortesía se ofrece a acompañarla donde un sacerdote que iba a estar en el encuentro que se había programado para el día anterior, Durante el trayecto, siempre para no ser descortés, le dirige alguna pregunta sobre su experiencia espiritual y queda profundamente impresionado, a tal punto, que pide conocer a Chiara. En la Navidad de 1949, Pascual transcurre algunos días en Trento. El encuentro con Chiara es una experiencia realmente fulgurante para él, y decide ir a vivir al primer Focolar masculino de Roma. Allí encuentra la confirmación de su vocación al Focolar –que como él mismo dijo: «no era entrar en un instituto religioso más bello y más santo que los otros, sino era entrar en una revolución cristiana religiosa y civil que renovaría a la Iglesia y a la humanidad».

Chiara descubre en Pascual una característica especial y le pide que comparta con ella la guía del Movimiento.

En su entrega a Dios en el Focolar, Pascual encuentra la forma de saciar su sed de radicalidad y siente que vuelve a florecer su llamado al sacerdocio. Su tarea se hace más específica. Por su profundo conocimiento de la Teología, Pascual Foresi puede reconocer todo el alcance teológico y doctrinal contenido en las intuiciones de Chiara y se convierte en un interlocutor calificado en la relación con la Iglesia, sobre todo, en el período que el naciente Movimiento estuvo bajo el estudio del Santo Oficio.

PasqualeForesi_con-giovaniPero la función del Padre Foresi de más peso fue la de la “encarnación”, es decir, ayudó a Chiara a concretar en obras el Carisma de la Unidad que había sido puesto en ella: la ciudadela de testimonio de Loppiano, cerca de Florencia, el grupo editorial Città Nuova, y el Instituto Universitario Sophia surgido en Loppiano en el 2007.

«En un momento dado –cuenta él mismo- tuve la impresión de que me había equivocado en todo lo que había hecho en mi vida y especialmente en esas cosas positivas que había contribuido a hacer, porque eran mías y no de Dios». Se trata de una prueba espiritual, que Dios permite en los grandes de espíritu para una profunda purificación y un desapego de todo lo que no es Él. Y es precisamente durante esta prueba espiritual, que parece comprometer incluso su bienestar físico, que alcanzan un mayor cumplimiento las innumerables obras que Chiara vio realizarse junto al Padre Foresi, quien estaba junto a ella como copresidente.

Sus libros Teología de la socialidad y Conversaciones con los focolarinos, han sido una fuente de inspiración también para otros escritores del Movimiento.

Después de la muerte de Chiara fue determinante el sereno aporte del Padre Foresi durante la Asamblea General convocada para elegir a la presidente que por primera vez tenía que suceder a la fundadora.

¡Gracias, Padre Foresi!

Fotogalería

Normas(500)