En 1985, esta casa centenaria pasa a ser un lugar de formación para los miembros del Movimiento de los Focolares de las zonas centro y noroeste argentino. Convirtiéndose en uno de los centros de irradiación del carisma de la unidad, presente en Argentina. Una casa abierta a todos, un lugar para vivir el “encuentro con el otro”
Un primer festejo se realizó el domingo 20 de setiembre con el lema “Alta Gracia muestra su arte”. Iniciativa que surgió de un grupo de artistas de la ciudad, que adhirieron al 30° aniversario, con el deseo de que Alta Gracia lo descubra como “su casa”.
Novedosa y enriquecedora la experiencia de realizar juntos este evento. El amor reciproco que a todos conquistó, fue construida previamente en una donación generosa y sin límites durante todo el día generando un clima de fraternidad.
La jornada se inició con una caminata ecológica de 4 km, donde participaron adultos y niños, desde el parque central de la ciudad, bordeando uno de los pintorescos arroyos, hasta el Centro Mariápolis. Allí, con una participación concurrida 35 expositores entusiastas de todas las edades (pintores, escultores, mosaiquistas y fotógrafos), expusieron sus obras al aire libre.
Unos de los momentos más simbólicos, donde se palpaba que todos hacían parte de una gran familia, fue durante el almuerzo que reunió en una mesa común a expositores, anfitriones y visitantes que amenamente intercambiaban desde experiencias personales hasta conocimientos técnicos.
Por la tarde, un espacio musical con representantes de Córdoba: “la Orquesta Ensamble de cuerdas Guarnerius”, Ramiro Farías (concertista de guitarra) y los artistas locales Nicolás Olsina (barítono), Esc. de Danzas Nativas “El Galpón” y una Banda juvenil dieron con su generoso aporte un toque festivo a la jornada.
Esta apertura redescubría al Centro Mariápolis en su esencia de ser una casa abierta a todos. Muchos de los habitantes de Alta Gracia y alrededores lo visitaban por primera vez, entre éstos, los vecinos de los nuevos barrios cercanos y muchos “viejos conocidos”.
Compartir y disfrutar la riqueza y el arte del otro, fue construir un pedacito del Mundo Unido.
Los festejos continúan con otra jornada el próximo sábado 3 de octubre.
Un espacio para el reencuentro con todos aquellos que han contribuido a hacer del Centro Mariápolis su casa. Una hermosa ocasión para continuar este espacio de fraternidad, viviendo por el “Que todos sean uno”.
