Vacaciones low cost-ALTA UNIDAD en Salta

 
Durante algo más de una semana Jóvenes por un Mundo Unido de distintas provincias de Argentina y Paraguay se concentraron en Salta, en el norte argentino, para compartir unas vacaciones “diferentes” (una novedosa mezcla de vacaciones y misión) bajo el lema "low cost-ALTA UNIDAD"

ESPINAL09El Espinal es un pequeño paraje ubicado al sur de la provincia de Salta, en el departamento La Candelaria, al norte de Argentina. 35 Jóvenes que van de los 18 a los 30 años, de distintas provincias de la Argentina -Mendoza, Buenos Aires, Entre Ríos, Santa Fe, Formosa, La Rioja, Salta y Tucumán- y de Paraguay se congregaron allí para compartir juntos unas vacaciones low-cost (de bajo costo), pero de alta unidad del 3 al 11 de enero. Sin un programa totalmente definido, con un calor imponente y con la excusa de “vacacionar” llegaron por una invitación de la Pastoral de Turismo desde el Programa de Desarrollo de Turismo Solidario que se lleva adelante en esa región.

El programa, que fueron delineando juntos, consistió principalmente y antes que nada en compartir y convivir con la comunidad y los jóvenes del lugar que se presenta como una zona rural. Los jóvenes de los Focolares se alojaron en la escuela albergue, el centro vital del paraje, junto a la capilla. Acompañaron a la comunidad en la cotidianeidad de sus actividades y su vida diaria: en sus trabajos en el tabacal, en las colmenas y con la hilandera. Vivieron como viven ellos, hasta pasaron todas las dificultades que pasan a diario: los cortes de luz, el agua fría, la falta de gas, el barro por doquier; dejando de lado comodidades y prejuicios. Compartieron también la celebración de la Palabra diaria preparada entre todos, el encontrarse en el camino y ponerse a charlar, jugar un partidito de fútbol, una visita a la radio local, cocinar juntos comidas típicas, compartir el mate o el pan casero. Ese compartir fue lo que dio el carácter de “misión” a estas “vacaciones”, un descubrimiento y una nueva experiencia para todos.

ESPINAL17La consigna que propusieron los jóvenes por un mundo unido fue simple: vivir la Regla de Oro: “Hacer a los demás lo que te gustaría que te hagan a vos y no hacer a los demás lo que no te gustaría que te hagan a vos”; regla universal presente en tantas religiones y creencias distintas de todo el mundo. ¿Cómo se la transmitieron? Directa y tangiblemente a través de actos de amor concretos, invitaciones a compartir con ellos, una charla, una escucha, preparar actividades y paseos juntos, momentos de recreación. Se la presentaron también a través de un pequeño sketch, mostrando cómo sería la realidad de El Espinal viviendo esta regla a diario. Propusieron además una serie de actividades para hacer juntos, como un cine-debate, una noche de talentos, una choripaneada, momentos de comunión, paseos y caminatas, canciones, bailes y juegos. Y como el “den y se les dará” es una realidad, los nuevos amigos del paraje no se dejaron ganar en generosidad y así la reciprocidad del “amor que va y que viene” fue una realidad tangible cada día. Como cuenta Maga de Formosa:

ESPINAL23“¿Cómo no tratar de dar un poquito más de mí, cuando ellos lo dieron todo y lo mejor de sí para con nosotros? Cómo olvidar a Pilar, la hilandera trayendo sus mejores juegos de platos y cubiertos para compartir con nosotros el locro; a las señoras que dejaron sus quehaceres para venir a amasar el pan; al entusiasmo de todos los chicos para deleitarnos con rosquitas y friéndolas hasta tarde; a las personas que nos recibieron en sus casas dándonos el mejor lugar y haciendo todo lo posible para que nos sintiéramos cómodos ¿Cómo no sentirnos amados así? Tantas caras y tan mala memoria la mía que no recuerda cada nombre pero, al fin y al cabo… ¿qué importa? Si todos eran Jesús, era Él el que venía una vez más a mi encuentro”.

Otro objetivo que se habían propuesto (y que lleva adelante la Pastoral de Turismo) era el de ayudar a la población a reconocer el potencial turístico que posee y explotarlo en esos pocos días. Como parte de esas actividades se hicieron caminatas al río, cabalgatas, paseos en tractor, visitas a los lugares más hermosos y recónditos de El Espinal.

ESPINAL03Los chicos no sólo convivieron con la comunidad, sino entre ellos y con la naturaleza plena que los rodeaba: los paisajes, los abruptos cambios de clima, la lluvia, el sol, la humedad, el río helado y crecido, los animales y hasta -los no tan apreciados- bichos de todas clases. Las experiencias compartidas rescatan que lograron “sentir realmente la presencia viva de Dios y toda su creación abrazándonos”. Concuerdan en que pudieron generar (como les proponía el lema) la unidad entre ellos. Fue fundamental para poder salir al encuentro de todos y cada uno, construir primero Jesús en Medio “en casa”, que era otro de los lemas: ‘vacaciones con Jesús en Medio‘. Y como bien pudieron confirmar en los momentos de comunión que se dieron, así fue. Desde las actividades más pequeñas y banales, como lavar los platos, poner la mesa, limpiar el baño, tirar la basura se sintió que fue hecho con amor y por amor. Se construyó la unidad desde cero, pues muchos no se conocían de antes, y eso la hizo mucho más rica. Aún si fuera conocer sólo un poquito del otro, era un paso gigante. Compartir experiencias, creencias, dolores, costumbres diferentes (siendo todos de diferentes ciudades) contribuyeron a construir esta nueva familia en El Espinal. Marilén de Paraguay compartió que “todo fue hermoso, todo el amor que se sentía. Ver a todos donarse hasta el cansancio, te hacía tener más y más ganas de amar y salir de vos para ir al encuentro de Jesús en el hermano”.
No siempre fue fácil amar todo el tiempo, como pasa en cualquier ambiente, y a veces el clima, el cansancio o las incomodidades lo hacían más difícil. Pero siempre se estaba dispuesto, y hasta parecía sencillo, a recomenzar. Y mostrarle a toda la comunidad que era posible. De la misma forma fue fácil y natural donar los talentos y lo que cada uno tenía adentro y que se les invitaba a compartir con todos.

En pocas palabras, los jóvenes que visitaron este bello paraje en la provincia de Salta llevaron, como nos invita el Papa Francisco, la vida del evangelio a las periferias, y se hicieron uno con quien más lo necesita.
Compartimos algunas impresiones y experiencias, tanto de los jóvenes por un mundo unido, como de la comunidad de El Espinal:

ESPINAL26“Ustedes son los mejores amigos que Jesús me regaló”. Matías, El Espinal:

“Nos llenaron de sonrisas, alegría y paz”. Amelia, El Espinal:

“Tenía bien en claro a que iba: a construir lo más que pueda con el que esté a mi lado, y estar siempre al 100% para el otro. Aprendí muchas cosas de la comunidad y de nosotros, a ser feliz con lo poco que teníamos, a no quejarnos, y vivir a full la regla de oro. Me sentí muy bien con la comunidad de El Espinal; muy amada y acogida, muy en casa, como si fuera una más de ellos… poder ir, que nos reciban de la mejor manera, escuchar sus historias, aprender de sus valores, estar siempre predispuestos…. creo que me marcó muchísimo y me encantó”. Glenda, Mendoza:

“Comencé el año de la mejor manera, no queda más que agradecer. Gracias por haberme acercado nuevamente a Dios”. Mayra, El Espinal

“Llegamos sin saber a dónde, con quién y a qué. Nos fuimos con el corazón repleto de nombres, historias, experiencias, compartires, vida, luz y alegría. Fue un aprender, construir y contemplar la unidad. Y (re)descubrir que si vivimos por y para la unidad, todo lo demás se da por añadidura”. Cristian, Buenos Aires

Dominga, de El Espinal nos compartió una oración que escribió en el tiempo que compartió con los chicos: “Gracias Jesús por estar aquí y porque hoy me diste muchos hermanos para compartir mi vida cotidiana. Hoy te encontré en cada uno de ellos. Jesús enséñanos a soñar cosas grandes, lindas, cosas que aunque parezcan cotidianas nos agrandan el corazón”.

Fotogalería

Normas(500)