María Angélica Ortiz de Siburu

 
"Pochita" (10 de julio de 1926 - 14 de marzo 2016)
Pochita con su grupo
María Angélica “Pochita” con su grupo de los Focolares

En el 1949 se casó con Adriano y tuvieron 4 hijos (3 mujeres y 1 varón). Siempre atenta a las necesidades de los demás, desde sus posibilidades se las ingeniaba para ayudar.

Habiendo conocido a las “Hijas de San Camilo” y el servicio que prestaban a los hijos de las familias de tuberculosos en el “preventorio” de Molinari (Córdoba), ella se ocupaba de solicitar remedios a los laboratorios en Rosario y se los enviaba.Participó activamente en la Liga de Madres de Familia, primero en la parroquia del Pilar y luego en la Comisión Arquidiocesana. Entre familiares y amigos era conocida por su empeño en encontrar ayudas para los más humildes y por su tenacidad en lograr soluciones.

Conoció la espiritualidad de la unidad en 1970. En enero de1971 participó de una Mariápolis en la ciudadela de O’Higgins. El Ideal de Chiara Lubich fue de gran luz, y comenzó a caminar en esta “vida” nueva.

Pochita trabajando con su grupo x Mariápolis 2015
Dando su aporte en la Sociedad de Beneficencia

Fue parte activa de la primera comunidad de los Focolares en Rosario. Participó como voluntaria en los inicios y en 1979 ante la grave enfermedad de su esposo, sumado a sus compromisos de trabajo como docente y la realidad de su casa/hijos, dejó de reunirse con las voluntarias pues consideraba que no podía asumir los compromisos de tan bella vocación. Desde entonces participó como adherente. Ya viuda asumió durante años el cuidado de sus padres muy mayores, en un silencioso servicio hasta sus partidas. Al quedar sola en la casa acrecentó sus actividades solidarias a través de la Sociedad de Beneficencia. Hasta poco antes de su muerte concurría todos los martes al Hospital Provincial y los viernes al Hogar de Ancianos, donde visitaba a los internados llevando con una sonrisa ayudas concretas.

Siempre fue luz y guía (mediante su coherente testimonio de fe) para las familias de sus hijos, de los 16 nietos y 10 bisnietos.

Fiel a la espiritualidad de la Unidad participaba mensualmente del encuentro de Palabra de Vida en el Focolar. Ella generaba Jesús en Medio con un amor delicado y silencioso. Con alegría y humildad comunicaba sus experiencias con una mirada positiva sobre la vida. Miembro activo en la comunidad, uno de sus últimos actos de amor fue una intervención para conseguir el lugar donde realizar la Mariápolis 2015. Aún después de una seria operación a fines del 2015, continuó participando de los encuentros sin hacer pesar su situación de salud dejándonos en el recuerdo su presencia mariana, siempre elegante, con una mirada pura, de niña evangélica, y con una sonrisa plena de amor. Consciente de su grave estado se preparó recibiendo cada día a Jesús Eucaristía y confiándose a María.

Partió en paz el 14 de marzo de 2016, día del aniversario de Chiara Lubich a quien tanto amaba, rodeada de sus hijas mientras recitaban el rosario. Sus cenizas fueron depositadas en el cinerario de la parroquia Santa Rosa de Lima de Rosario.

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