Una experiencia de encuentro con el otro

 
En estos meses se suceden las Mariápolis, donde personas de distintas procedencias, edades, profesiones, comparten 2 o 3 días tratando de poner el práctica el mandamiento del amor recíproco. Aquí nos escriben desde el NEA contándonos sobre la Mariápolis que vivieron.

9“Una experiencia de encuentro con el otro”, fue el lema que nos unió en los dos días de Mariápolis desarrollada en Corrientes del 3 al 4 de septiembre con la presencia de 170 participantes provenientes de las distintas comunidades del NEA (Resistencia, Villa Ángela, Sáenz Peña, Corrientes, Avellaneda, Reconquista, Posadas, Paso de la Patria y Formosa).

Una nueva oportunidad para reencontrarnos y profundizar la espiritualidad de la unidad en un hermoso clima de alegría y de familia.

Ya la preparación, significó para todos, una experiencia muy novedosa. Desde hace tres años deseábamos realizar una Mariápolis en el territorio, y lo logramos entre todos. Un sello del todo especial lo dieron los jóvenes que como protagonistas desde la génesis, dieron su aporte del todo creativo. Como lo afirma una de nuestras jóvenes “… Ni hace falta decir que cuando algo es muy nuevo nadie sabe bien cómo hacer y que las incertidumbres aparecen por todos lados, pero también emerge la ACAM02934creatividad, y las formas se regeneran”.
Desde la preparación hasta el cierre del encuentro el domingo a la tarde, fue experimentar para “los viejos mariapolitas” que volvíamos a ser nuevos en la comprensión de este ideal inspirado en la unidad, para “los nuevos” que no había reglas preestablecidas más que el amor y el hacer las cosas juntos, en unidad.

También un Conjunto Musical organizado para la ocasión ya con marcada presencia joven, dio su aporte de frescura y espontaneidad que contagió a todos.

El programa comenzó el Sábado a la mañana con la presentación de los puntos del Dado de la Paz, con experiencias muy concretas de la vida cotidiana, que sirvieron de ejemplo para poner en práctica el objetivo de la Mariápolis: encontrarnos con el otro.

Los talleres que siguieron por la tarde permitieron hacer la experiencia, con el diálogo como herramienta, de la fraternidad en los distintos ámbitos.

ADSC05452Otro momento de mucha luz, fue cuando al hablar Jesús Abandonado, lo redescubrimos como llave para dar sentido a nuestro dolor, y que en Él podemos impregnar el mundo de Amor. Compartimos nuestras vivencias más profundas, que acrecentaron el clima de familia entre todos.

Todo lo experimentado durante el día se selló con la Eucaristía celebrada por Monseñor Dus, quien nos invitó, a hacer un gesto de perdón que nos ayude a ser testimonios del Amor de Dios en el año de la Misericordia.

Finalizamos el día con una gran fiesta que nos permitió poner en común nuestros talentos artísticos.

Continuamos el domingo con un juego que nos permitía soñar con una sociedad renovada por el amor, luego más tarde al escuchar al historia de Chiara, redescubríamos esta sociedad en acto, ya en todo el mundo.

Finalizando, un sinfín de impresiones de los participantes manifestaba la alegría de comprobar que la ADSC05395Mariápolis no concluía sino que la propuesta era llevarla a la vida diaria, con simplicidad y compromiso.

Muy bello el aporte de tres jóvenes de Paraguay que con su presencia, sentimos que se nos dilataba el alma.

“Siento que desde el más chico al más grande hizo su aporte para que la Mariápolis haya sido lo que fué. La alegría y el amor se respiraba se contagiaba. Cuando ya no había fuerzas, el amor al hermano y del hermano te ponía nuevamente en  acción.  Dos palabras : FAMILIA Y ALEGRIA.”

“Nos encanta la manera de ser familia que ustedes tienen como comunidad, desde el más chico al más grande donándose y siendo protagonista… La verdad nos vamos viendo y sintiendo ese algo que no podemos descifrar pero sin duda son un lindo ejemplo para otras comunidades” (Los jóvenes de Paraguay)

“Hermosa experiencia… rejuvenecí, lloré, reí, me cansé. Una Mariapolis muy particular, sigo emocionada por cada detalle que hicieron de ella un laboratorio del amor.”

“No participo a las Mariápolis desde hace muchos años, sentí la apertura hacia lo local que se está gestando, las experiencias, la comunión está respondiendo a las necesidades más profundas de la sociedad que nos rodea.”

“Me trataron como si fuera una más, eso me encantó. Esta mañana me saludaron “buenos días” y en mi día a dia ahace mucho que no escucho un “Buen día”. Todos comparten una misma sonrisa, me encantaría ser así”

“Me sentí aceptada tal cual soy, gracias a todos, las cosas chiquitas son las grandes cosas, son pequeños detalles pero hacen las grandes cosas. Me alegra haber participado en algo tan hermoso”

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