El impacto de “Arriesgarse”

 
Mil jóvenes congregados en la Mariápolis Lía para la Fiesta de los Jóvenes 2016. Una tradicional cita que se renueva cada año con la potencia creadora de los jóvenes al momento de transmitir los ideales por los cuales quieren gastar sus vidas.

La visita de jóvenes desde distintos puntos del Cono Sur de Latinoamérica a la Jornada de los jóvenes de la Mariápolis Lía, es un clásico que se repite. Este año, convocados por el lema “Arriesgate, existe lo que buscás”, más de 1000 jóvenes llegaron desde Paraguay, Uruguay, Chile, Brasil y de distintas ciudades de Argentina.

fiesta de los jóvenes0¿De qué se trata la propuesta? De recibirlos a todos en esta ciudadela permanente del Movimiento de los Focolares, donde viven en este momento 85 jóvenes de 17 países para hacer una experiencia de fraternidad, y compartir este estilo de vida con todos los visitantes.

Y no sólo eso, porque con la experiencia compartida, y a través de música, teatro y danza, se ponen en común problemáticas actuales que atraviesan toda la realidad juvenil: las relaciones familiares, el estudio, los éxitos y fracasos de la vida, las adicciones, los momentos de dolor, y sobre todo el encuentro con un Dios cercano que tiene una respuesta personal para cada uno. La idea no termina allí, ya que se busca involucrar a todas las personas en la construcción de un mundo unido sin distinción de credo o religión.

Este año durante meses se preparó el programa con una jugada combinación de teatro, música y experiencias que llamó la atención desde el momento de la llegada de cada visitante, con una impactante imagen que fue reproducida a gran escala a la entrada de la sala donde se llevaba a cabo la presentación, con un cartel que invitaba a todos: ARRIESGATE.

El lenguaje elegido para transmitir las experiencias y armar las escenas de teatro, era directo e interpelaba a cada uno de manera personal. Las canciones, con mucha energía y musicalidad, ayudaban a hacer la síntesis de este compromiso en la búsqueda de algo grande para cada uno.

Los momentos compartidos fuera de la sala como las recorridas, los almuerzos, los paseos, sirvieron para este intercambio de jóvenes de todo el cono sur que le demuestran al mundo que quieren construir una sociedad para todos. Como final, la propuesta a cada uno de los participantes de repetir este espacio de fraternidad en cada lugar del planeta donde estemos.

(Con la colaboración de Santiago Mampel)

 

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