Docentes: construir la fraternidad desde la herida

 
Con 408 participantes de Chile, Uruguay, Paraguay, Argentina y Colombia, concluyó el primer Congreso Internacional de Educadores en Rosario, Argentina. La riqueza de las prácticas educativas compartidas a través de experiencias y ponencias.

18447419_1391048387608705_2014380163853578221_nEl sábado 13 de mayo, segundo día del Encuentro Internacional de Educadores en Rosairo, comenzó puntualmente con la visita del arzobispo de Rosario, Monseñor Martin, quien expresó que la palabra fraternidad nos dice que no estamos solos. “En esta patria Dios nos ha puesto juntos y el desafío es convivir. Hoy nos duele que esto no sea una realidad, vivir como hermanos.(…) Ustedes no están teorizando sino partiendo de hechos concretos. El cristianismo no es una utopía, lo que no tiene lugar; es ya, una experiencia de plenitud.” Citó a Albert Camus cuando nombra a su primer maestro de Argelia al recibir su premio Nobel de literatura: “En un contexto difícil, en condiciones extremas, surge un premio Nobel gracias a un maestro”.

Seguidamente una puesta al día del trabajo realizado en los talleres el día anterior. Se destacan las experiencias fraternas no solo de alumnos entre sí y docentes, sino también la praxis entre directivos y supervisores proponiendo políticas institucionales novedosas a favor de toda la comunidad educativa. Las Instituciones con orientación artística que llevan adelante el objetivo de la fraternidad muestran cómo se vive la interculturalidad a través del arte. Se construye el ser, el sentido de la vida vivida fraternalmente. Nace de este modo un nuevo modelo del artista. El Taller de la inclusión dio su nota dejando claro el concepto de “El otro diferente es un don”.

La Educación no formal, que se desarrolla a lo largo de la vida donde la fraternidad es la metodología, delineó como pauta vivir saliendo a las periferias con un programa basado en valores. Las experiencias en educación y tecnología se plantearon como una excusa para lograr la fraternidad poniendo a los alumnos entre sí y a los docentes en paridad de condiciones y también como posibilidad de sacar lo mejor del otro para aprender de todos.

Se presentaron muchas prácticas exitosas de la potencialidad del lenguaje corporal y del decálogo de la regla de oro en el deporte para construir puentes en estos ámbitos tan importantes.

El evento pudo seguirse por internet a través de nuestro canal de Youtube: focolaresconosur.
El evento pudo seguirse por internet a través de nuestro canal de Youtube: focolaresconosur.

“Esto no es un simple encuentro de educadores”, compartía emocionada una tallerista. “Yo no soy la misma persona que llegó”. “La fraternidad como elección del ser es la sangre que tiene que correr por mis venas (…)”. “Volver a ser nos devuelve la pasión como educadores. Podemos llegar muy lejos si empezamos por muy cerca, por quien tengo al lado” “Es la inteligencia del vínculo”

Se expuso la propuesta educativa de Chiara Lubich desde sus bases teóricas y prácticas. Un itinerario educativo inspirado y coherentemente ligado por el amor al más desprotegido, al ignorante, al abandonado, en aquel que el sistema excluye fundándose en la vocación cristiana de identificar al que sufre con Cristo Crucificado y Abandonado. Un abandono que tuvo su respuesta de amor: la Resurrección, una clave para construir la fraternidad desde la grieta, con la esperanza que en ella, una semilla puede dar su fruto.

El taller de intergeneracionalidad pensado y llevado a cabo por adolecentes de 13 a 17 años impactó a los congresistas que participaron de esta opción. Una convivencia fraterna donde adulto y joven aprenden en una relación de reciprocidad, alegría y plenitud.

Algunos testimonios que explican lo que sucedió en el evento. Pablo Mandrile, disertante del panel: La fraternidad como principio educativo: El dialogo como el propiciador de buenos lugares, nos explicaba su trabajo: “Hemos tratado de poner en luz el pensamiento pero sobre todo rescatando muchas practicas que se están haciendo en educación formal y no formal desde la base de la fraternidad. Jugando con la palabra utopía, como algo lejano, estas experiencias son prácticas eutópica, están ya presentes y la fraternidad desde el “donde” se está construyendo un nuevo modelo educativo”.

Una joven docente de Ciencias de la Educación compartía. “Mi pregunta, la más intima creo, es cómo educar en la interculturalidad, como respetar e integrar a todos en una escuela que se rige desde los paradigmas hegemónicos privilegiando la matemática y la lengua por encima de otros saberes y habilidades. Todo empieza por uno. .Uno tiene que hacer una micro revolución, muchas micro revoluciones pueden llevar a una macro revolución y cambiar el sistema educativo un poco. Pero todo tiene que empezar con uno. Yo tengo que ser como una pequeña semilla y creo que acá hay muchas semillas que vamos a poner para que esto pueda cambiar, para que el otro, con su cultura, pueda ser reconocido”.

18449592_10156061842705278_4307045065727460794_o“En estos días sentí que algo cambiaba dentro mío, la fraternidad comenzó a palpitar dentro mío y sé que puedo llevarla la los ámbitos que frecuento”, decía una joven estudiante de Casilda, Santa Fé

En tanto, Carlos Pardo, Supervisor de la modalidad de Educación de adultos de la provincia de Córdoba, expresaba “El encuentro fue conocer experiencias importantes y ponernos en contacto para trabajar en red, sabiendo que el conflicto existe y que la fraternidad no es una propuesta ingenua, pero es posible”.

“Me voy contento y esperanzado sabiendo que existe este paradigma, de saber que hay mucha gente que trabaja dando lucha contra la verticalidad, la falta de escucha contra la falta de registro del otro, la mentalidad instalada que dice que el conocimiento solo lo tiene el docente, el adulto y el niño es una hoja en blanco que hay que callar (silencio, silencio…), decía Enzo de Chacabuco, Lic. en Musicoterapia, con valija en mano, antes de regresar a su ciudad.  “Esta es una corriente distinta. Estoy feliz esperando que se repita una nueva edición”.

Este encuentro nos pone en luz que solo desde el pacto educativo entre padres, alumnos, docentes, instituciones educativas y gubernamentales se pueden dar respuestas a los “gritos” de dolor/ abandono de nuestros jóvenes, de nuestra, sociedad, de nosotros mismos. Vienen con potencia las palabras de Sabato en La Resistencia: “(…) porque a la vida le basta el espacio de una grieta para renacer”

(Con la colaboración de Betiana Gonzalez y Santiago Mampel)

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