Jugarse por el otro

 
La palabra de vida propuesta para el mes de julio era: “Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados, y yo los aliviaré”. En este testimonio el sí de una persona para hacerse cargo de una institución poco a poco moviliza a los miembros de una comunidad en favor de personas que necesitan nuestra ayuda.

Vivo en una ciudad de 30.000  habitantes en la provincia de Mendoza. Hace 2 años, Alba, una voluntaria de nuestra comunidad, tomó la presidencia de una institución de protección a la persona con discapacidad. Una empresa dificil, podríamos decir, qué como un barco se estaba hundiendo y era necesario que alguien tomará el timon. Todos veíamos lo difícil que era la tarea.  Algunas veces Alba nos invito a colaborar con nuestros brazos ayudando a los adultos de la institución en distintas tareas. Participamos con alegría de hermosas jornadas de trabajo, toda la comunidad.

El año pasado  ingreso yo a dar una mano en el centro de día coordinando los talleres de los jóvenes y adultos, ya que es para lo que me preparé en la Educación Especial.
WhatsApp-Image-2016-12-05-at-11.06.47El clima social, las relaciones humanas de la institución y la situación económica dentro de la la misma se tornaban bastante difíciles. El trabajo compartido de la comisión presidido por Alba y la tarea diaria dentro de la institución nos ha dado la oportunidad de poner en práctica el arte de amar. Este año ya podemos ver  muchos avances y una casa donde circula el aire de un cultura más solidaria, más humana, más comprometida con las más despojados de todo. También este año se sumaron Mariana y Lili que también forman parte de la comunidad de los Focolares. Seguras todas y confiadas que nuestro modo de relación puede ser luz para todos y una aventura maravillosa para nosotros.
Un ejemplo chiquitito pero importante puede ser el hecho de que el objetivo de este año fue priorizar la atención de aquellos concurrentes que tienen menos posibilidades de vivir un vida más plena, muy marcados por sus limites físicos y emocionales. Esto nos ha movilizado a todos buscando la  manera de mejorar su calidad de vida  través de nuevas experiencias. Otra tarea fue poner a los talleristas a “jugar” en una tarea colaborativa y realizar proyectos conjuntos aportando cada taller aquello que sabe hacer y ponerse a disposición de los otros, fruto de esto nace una obra de teatro, de adultos para niños a la cual han participado con gran entusiasmo, en cuatro presentaciones mas de 1300 niños con sus docentes obteniendo además fondos para los talleres. Debo reconocer que no es siempre fácil entre nosotras coincidir en las formas de hacer, pero si en del espíritu. Creo que sin la espiritualidad de la unidad no podríamos hacerlo.

Nuestra próxima intervención será salir a la comunidad a darle color a una escuela de música. Los dos talleres de arte junto a un grupo de jóvenes autoconvocados llamados “Hagamos la diferencia ” llegaremos junto a jóvenes y adultos de apid para darle color a las paredes de esta escuela.  También realizamos un proyecto el año pasado para dar trabajo a dos personas que se capacitarán para acompañar a los concurrentes, ha sido una experiencia muy interesante y enriquecedora para los chicos. Creo que aunque pequeño es un aporte a un mundo más humano y más unido. El clima de familia ha crecido y nosotros también.

Normas(500)