Un feliz encuentro de preocupaciones compartidas fue el puntapié inicial para diseñar el programa de un Ciclo de Conferencias y un Seminario-Taller de fin de semana con el Dr. Roberto Almada, médico, psicólogo, logoterapeuta, autor del El cansancio de los buenos (Ed. Ciudad Nueva, Bs. As. 2012). Entre el 6 y el 10 de septiembre más de novecientas personas participaron de las actividades, sin contar los que alcanzaron las entrevistas de radios locales y nacionales, que se hicieron eco de una problemática tan actual como frecuente: el desaliento profesional o también llamado síndrome de fatiga por compasión. La visita de Almada fue preparada a través de un trabajo en sinergia entre el Movimiento Humanidad Nueva (Focolares), la JAEC (Junta de Educación Católica de la Arq. de Paraná) y profesionales de la salud mental del Movimiento de Schoënsttat, en el que se generó un intercambio muy rico de vínculos y recursos puestos a disposición de la comunidad, especialmente de los más expuestos al desaliento.

 

La universidad pública se sumó al Ciclo de eventos. El Consejo Directivo de la Facultad de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales de la UADER reconoció de interés una de las conferencias y posibilitó el espacio y los recursos humanos y tecnológicos para la realización de la misma.

Educadores, profesionales de la salud y del trabajo social, voluntariado, sacerdotes y consagrados, público en general, personas que ayudan a otros, encontraron en Roberto Almada un profesional sólido y cercano, que brindó, desde la logoterapia, algunas pistas para recuperar el aliento y el entusiasmo por lo que hacen.

Los jóvenes, aunque presentes en todos los encuentros del programa, tuvieron un momento especial organizado por la Pastoral de Juventud y la Pastoral Universitaria de la Arquidiócesis. El tema que convocó casi a cien jóvenes y adolescentes fue el proyecto de vida y la búsqueda de la libertad.

 

Las actividades de esta semana se encuadraron en un Proyecto de Capacitación que desde 2015 llevan a cabo Humanidad Nueva y el Centro Mariápolis de Paraná, siendo ésta la primera vez en que los eventos se realizaron también en el centro de la ciudad y en red con trece instituciones del ámbito público y eclesial.

Algunos participantes dicen:

“En las actividades planteadas, movilizadoras en lo profundo, percibí mucha espontaneidad y confianza, a pesar de no conocer  a la mayoría de las personas, el ambiente agradable, la buena predisposición y la empatía me permitieron reflexionar y plantear en voz alta aquello que me preocupaba, encontrando muchas respuestas  y también nuevas preguntas. A Roberto gracias por compartir tanta riqueza, por la cercanía y la sencillez de los Grandes. A los organizadores, gracias por generar estos espacios, no es sencillo llevar adelante estas actividades,  pero se viven con gran plenitud. Al grupo, gracias por compartir sus experiencias, por brindar palabras de aliento, por la amabilidad. Espero nos volvamos a encontrar en nuevas jornadas  para seguir compartiendo el camino del crecimiento.” (Participante del Seminario-Taller)

“Fue una experiencia extraordinaria. Noté que cada uno venía con sus propias preocupaciones y cansancios, pero a lo largo de la jornada esa actitud misteriosamente cambió. De pronto todos estábamos hablando con el otro, interesándonos por el otro y tratando de escucharlo. El último día se vivía un ambiente de alegría, de paz, de comunión. Y entendimos que la única forma de crecer y superar las dificultades es junto al otro y para el otro. Muy feliz de haber vivido este encuentro.” (Participante del Seminario-Taller)

“Para nosotros seminaristas fue enfrentarnos a un tema que nos previene sobre nuestra futura vida sacerdotal, (…) un momento de profunda escucha y dialogo entre las diferentes generaciones de sacerdotes juntos con el obispo (…) Fue también un enriquecernos de la experiencia personal de alguien que no habla sólo de libros sino que sobre todo habla desde una experiencia de vida…”(seminarista)