Construir una cultura compartida del encuentro

 
En un día primaveral el Papa Francisco visitó esta mañana la ciudadela de Loppiano, la primera de otras 26, entre las cuales la Mariápolis Lía, en O'Higgins, Argentina, que está celebrando sus 50 aniversario.

“Construir una cultura compartida del encuentro” Éste es el desafío que el Papa Francisco ha lanzado esta mañana desde el Centro Internacional de Loppiano (Florencia, Italia) no solo a las siete mil personas presentes en el Santuario María Theotókos, sino también al mundo entero.

Haciendo referencia a las “urgencias a menudo dramáticas que nos interpelan desde todas partes y no pueden dejarnos tranquilos” –el Santo Padre ha subrayado que no es suficiente con “encuentro entre las personas, las culturas y los pueblos”. Son necesarios hombres y mujeres “capaces de trazar caminos nuevos para recorrer juntos” para dar vida a una “civilización global de la alianza”

Papa Francisco llegó puntual a la Ciudadela de los Focolares a las 10 h. donde le esperaban Maria Voce, Presidente del Movimiento, Jesús Morán, Copresidente, y el Obispo de Fiesole, Mons. Mario Meini. Tras una breve oración en el Santuario, ha encontrado a los ochocientos cincuenta habitantes de Loppiano provenientes de sesenta y cinco naciones y a las miles de personas llegadas de toda Italia y otros lugares, en su mayoría cercanos al Movimiento de los Focolares.

Es la primera vez que un pontífice visita esta “pequeña ciudad” que –como la ha definido Maria Voce en su saludo de bienvenida- quiere ser un “laboratorio de convivencia humana, boceto de mundo unido y testimonio de cómo podría ser la sociedad si estuviera basada en el amor recíproco del Evangelio”.

Ha continuado un diálogo abierto y sincero, articulado en torno a algunas preguntas de un grupo de ciudadanos de Loppiano. Las preguntas han tocado desde varias perspectivas, el argumento del desafío cristiano ante la modernidad. El Santo Padre ha animado a no “esconderse en el vivir tranquilo, en “lo correcto” o, es más, en una sutil hipocresía, (…) sino a vivir como discípulos sinceros y valientes en caridad y verdad” y a afrontar las dificultades “con tenacidad, serenidad, positividad, fantasía… y también con un poco de sentido del humor”.

Y haciendo referencia a la misión de un proyecto original como Loppiano en el actual contexto social, el Papa ha invitado a levantar la mirada junto a él “para mirar con fidelidad confiada y con creatividad generosa, al futuro que ya empieza hoy”.

Tras impartir su bendición, treinta y siete ciudadanos de Loppiano de distinta proveniencia, religión, edad y condición social, han saludado personalmente a Papa Francisco.

En respuesta a las palabras del Santo Padre, el Copresidente de los Focolares, Jesús Morán le ha entregado un regalo simbólico: un “pacto” firmado por todos los habitantes, con el empeño de vivir de manera que Loppiano sea cada vez más un lugar de fraternidad y reciprocidad.

A la invitación a firmar a su vez el “Pacto de Loppiano”, el Santo Padre ha adherido con alegría, entre los aplausos de todos los presentes.

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