120 Jóvenes y adultos en diálogo para celebrar en el cierre de la Semana Mundo Unido la esperanza y el testimonio de una historia siempre vigente. Entre los participantes estaban presentes, cristianos, judíos, un grupo de jóvenes musulmanas y personas que no tienen una orientación religiosa.
La noche comenzó acompañada por expertas guías, de manera activa y participativa, que nos hicieron recorrer los pasos de Ana Frank a lo largo de su vida. Nos ayudaron a experimentar la vivencia de “la casa de atrás” un ejemplo de valor, coraje y esperanza que no deja indiferente a nadie.
La banda “Sujeto Tácito” abrió con la canción Soñábamos, letra que nos invita a soñar un mundo diferente, le siguieron algunas canciones en las que mostraron su talento y convicción por una sociedad justa y solidaria.
Por otro lado algunos jóvenes organizaron un Buffet, en favor al viaje del Genfest. (fiesta internacional de jóvenes a realizarse en junio 2018 en Manila).
El Centro Ana Fank presentó la proyección de un documental que revive la historia de Ana Frank en la Segunda Guerra Mundial. A continuación se dio un interesante y animado debate enriquecido además por la presencia de dos jóvenes de Venezuela que debieron abandonar su país, dando su precioso aporte.
Una noche que selló un camino de encuentro, que derriba prejuicios y barreras. Un paso más en estrechar lazos, unir esfuerzos, en construir un mundo más fraterno.
El mensaje final fue de esperanza. Ana Frank, aun en el horror nunca perdió la esperanza, siguió creyendo en la bondad en el corazón humano.
“Qué maravilloso es que nadie tenga que esperar un instante antes de comenzar a mejorar el mundo!”