Jóvenes interesados en conocer más en profundidad “el cuarto camino” que inició Chiara Lubich, cuando descubrió un nuevo modo seguir a Dios “el focolar”, se reunieron en la Mariápolis Lía de la provincia de Buenos Aires.
La cantidad de nacionalidades señalaban un bosquejo de “mundo unido”: además de Argentina, Chile, Uruguay y Paraguay, estaban presentes Venezuela, El Salvador, Mexico, Colombia, España, Nicaragua e Italia
El comienzo del encuentro fue a través de distintos personajes bíblicos y sus llamados particulares. ¿De qué modos llama Dios, a quiénes y por qué?. Un momento de descubrimiento personal para los 55 jóvenes presentes acompañados por focolarinos y focolarinas de distintas edades y de variadas experiencias de vida, con los que se generó desde el principio una comunión auténtica.
Momentos de diálogo abierto, preguntas sobre las historias, la vida de focolar, su misión, su proyección, los desafíos y los dolores. El descubrimiento de una “perla preciosa”, el compromiso cristiano para seguir a Dios, la misión en la sociedad actual, y la impostergable construcción de un mundo con la presencia de “Jesús en medio nuestro” como misión. Un llamado a estar en el amor.
“El atractivo del tiempo moderno. Sumirse en la más alta contemplación y permanecer mezclado con todos, Hombre entre los hombres”, tal cual la frase de Chiara Lubich, la sed de tantos jóvenes a los que Dios sigue llamando a una variedad rica de distintas vocaciones.