Salí de la Caja: afuera podemos construir cosas maravillosas

 
2 días en la Mariápolis Lía para un Congreso de Chicos por un mundo unido que resume muy bien una participante: “Lloro, pero de alegría, porque me doy cuenta que después de este encuentro, nunca más voy a volver a ser la misma”.

Mariápolis Lía, el tiempo acompaña. 27 y 28 de octubre, dos días intensos. 130 chicos entre 13 y 17 años y 30 adultos y jóvenes que acompañan. Son chicos y chicas de Bahía Blanca, La Plata, Bernal, San Nicolás, Córdoba, Paraguay, Junín, Chacabuco, General Rodriguez y otras localidades del GBA y de CABA.

La preparación del programa fue una experiencia de “discernimiento colectivo”, como dice el Papa, pensado a partir de las inquietudes de los chicos y de las propuestas de Chicos por un mundo Unido (ChxMu) para estos años. Todo el programa giró en torno a lo que los chicos expresaron: “necesitamos herramientas para ‘salir afuera’”, es decir queremos formarnos para vivir en el mundo de hoy y poder dar a los demás lo mejor que tenemos, el anhelo del mundo unido.

 

Con el lema “Salí de la Caja: afuera podemos construir cosas maravillosas” y con la propuesta “Seis por Uno: diálogo en acción”, se armó un programa. Se parte inspirados en el escrito de Chiara Lubich “Una ciudad no basta”. Se profundiza la acción 6 x 1: Seis etapas para un objetivo (Observar / Pensar / Involucrar / Actuar / Evaluar / Festejar). Se preguntan ¿Qué podemos dar nosotros a la sociedad?. Para poner en práctica enseguida se organizan talleres: Arte, Compromiso Social, Política y Economía, Creatividad y libertad en la adolescencia, Juegos y dinámicas, Visita al hogar de Abuelos de O’Higgins. No faltan momentos de reflexión, comunión y de recreación.

Los chicos fueron protagonistas del Congreso, no sólo porque fue “para” ellos, sino que también fueron presentadores y llevaron adelante distintos momentos. Muchos de ellos participaban por primera vez de un encuentro de ChxMu.

La diversidad de grupos de distintas ciudades y regiones y de Paraguay sumó una riqueza enorme, en cuanto a una de las experiencias que más le queda a los chicos: compartir y construir vínculos.

Entre todos, se dio un clima de mucho entusiasmo y fraternidad, momentos compartidos con inmensa alegría y clima de familia. No solo entre los adolescentes, sino también entre los animadores. Se experimentó la fraternidad, el amor recíproco.

“Vine muy cansado y me costaba ‘salir de la caja’, estuve el primer día metido en mi, pero luego, hablando con uno y con otro, de a poco pude abrirme y encontrarme con los otros, y así pude ir abriéndome y me di cuenta las cosas maravillosas que podemos hacer juntos cuando salimos de nuestras ‘cajas'”,

“Hermosa experiencia, me llevo recuerdos que no voy a olvidar, muchas gracias!”.

“No tengo nada, pero tengo mi corazón para seguir amando”.

“Hermosa experiencia para ir al encuentro de los demás, ejemplo de los que queremos hacer en nuestras ciudades”.

Normas(500)