Brasil es la quinta potencia económica mundial, con 8,5 millones de km2  y casi 200 millones de habitantes, descendientes de los emigrantes europeos y asiáticos; descendientes también de los africanos que llegaron como esclavos en los siglos pasados, además de los inmigrantes provenientes de todas partes que hablan una lengua: el portugués.  Un país de dimensiones continentales, con condiciones geográficas y climáticas diferentes, grandes riquezas naturales y un fuerte potencial de crecimiento. Un país marcado por las desigualdades sociales, que algo han ido disminuyendo, también gracias a los esfuerzos de los últimos gobiernos. Son los retos de una democracia joven, de una nación salida de la dictarura militar hace menos de 30 años.

Es aquí que en 1991, Chiara Lubich, impresionada por los graves problemas sociales, lanzó las bases de una auténtica revolución en el ámbito económico con la Economía de comunión (EdC), un proyecto que hoy es conocido en todo el mundo. Pero no es sólo en el campo de la economía que la vida de los Focolares se ha desarrollado. Ella tiene un reflejo en el tejido social en varios ámbitos: educación, salud, política, arte, promoción humana –tal como testimonian las experiencias de Santa Teresinha y Magnificat, en el Nordeste; y del Bairro do Carmo y del Jardim Margarida, en San Paolo – así como en distintas disciplinas. Un ejemplo es el grupo de investigación “Derecho y fraternidad”, activo desde el 2009 en el Centro de Ciencias Jurídicas de la Universidad Federal de Santa CatarinaSon varias las actividades de los Focolares en todos los Estados de la Federación: desde la escuela de formación política Civitas en João Pessoa, a las actividades de solidaridad de los Jóvenes por un Mundo Unido y los fines de semana para familias en el Estado Alagoas; desde las olimpiadas para chicos en el Estado Santa Catarina, al Proyecto Unicidade en la Mariápolis Ginetta, que este año celebra su 40° aniversario –sólo para nombrar algunas.

Pero, ¿de dónde nace la vida? Hagamos un salto atrás. Era el año 1958. A Recife arribaron tres focolarinos provenientes de Italia: Marco Tecilla, Lia Brunet y Ada Ungaro. Comunican su experiencia en escuelas, universidades, parroquias, asociaciones, hospitales, familias. Después de un mes, prosiguen el viaje: Río de Janeiro, San Paolo, Porto Alegre, Uruguay, Argentina y Chile A su regreso a Italia, el avión hace una escala de emergencia en Recife debido a un daño serio y tienen que quedarse cuatro días. Los tres aprovechan el tiempo para hacer una infinidad de contactos. Así nace la comunidad de los Focolares en el Nordeste brasileño. Será la primera de una larga serie. Con la llegada estable de otros focolarinos, en 1959 se abren en Recife los primeros centros del Movimiento. Tiene lugar una gran difusión del Ideal de la unidad en la metrópolis y en los pueblos, entre jóvenes y adultos, blancos y negros, ricos y pobres… con una característica: la armonía social. Surgen muchas obras sociales como efecto de la vida radicada en el Evangelio. En 1962 se abre un centro en San Paolo.

Nacen la Editorial Cidade Novay la revista . Surgen otros centros: Belém, 1965; Porto Alegre, 1973; Brasilia, 1978. Hoy hay centros en casi todas las 27 capitales de los estados federales y en tantas otras ciudades. En 1965 nace cerca de Recife la primera ciudadela de testimonio del Movimiento, con el nombre de Santa María, que subraya el amor de este pueblo por María. Dos años después nace la de San PaoloAraceli, hoy Ginetta, en recuerdo de una de las primeras focolarinas que tuvo un papel preeminente en la difusión y crecimiento del Movimiento en Brasil. Sigue la ciudadela de Belém, Gloria, mientras que en Porto Alegre, el Centro Mariápolis Arnold tiene una característica ecuménica; y la ciudadela de Brasilia está dedicada a María Madre de la Luz.

  Chiara Lubich siempre demostró un gran amor por Brasil y su gente, “un pueblo que se asemeja mucho al que escuchaba a Jesús: magnífico, magnánimo, bueno, pobre, que dona todo: corazón y bienes”. Su primera visita tuvo lugar en 1961, a Recife. Regresa otras 5 veces. Recibe varios reconocimientos públicos y doctorados honoris causa. En 1998, durante su última visita, inaugura el Polígono Spartaco, el primer conjunto empresarial de la EdC del mundo. En esa ocasión, uno de los padres del Brasil democrático, el prof. Franco Montoro, dirigiéndose a ella en un discurso presentado en la Universidad Estatal de San Paolo (USP), reconoció en el pensamiento y en la obra del Movimiento, no sólo en Brasil, un “testimonio coherente que ha  arrastrado a millones de personas. Ha salvado los derechos del hombre en la época de las dictaduras y, en el boom de la ciencia, ha demostrado que la ética debe ser nuestra guía. Ha promovido el amor, la fraternidad universal”. Éstos son valores que hoy los miembros del Movimiento están comprometidos en vivir, junto a tantos otros, en un momento histórico que ve emerger a Brasil en el panorama mundial y ser protagonista de eventos como la Jornada Mundial de los Jóvenes del 2113 y el Campeonato Mundial de Fútbol del 2014.

Website: www.focolares.org.br/