10 novembre 1989: il giorno dopo la caduta del muro

Hoy día, después de su reunificación en 1990, Alemania, con más de 81 millones de habitantes, es el país más poblado de la Unión Europea, de la que es una de las naciones fundadoras. En relación con el producto bruto nacional, la economía alemana es considerada una de las más fuertes del mundo; después de la Segunda Guerra Mundial ha desarrollado una sólida democracia parlamentaria.

El dramático pasado de la dictadura nazista y la división del país entre Este y Oesteque duró 40 años, han marcado profundamente al pueblo alemán. Siendo uno de los países de la Reforma, con una fuerte presencia de protestantes, junto a la Iglesia Católica y a la Iglesia Ortodoxa, ha vivido el dolor de la división de las Iglesias. Al mismo tiempo está descubriendo las riquezas encerradas en las distintas iglesias y ve perfilarse un testimonio más incisivo de la vida cristiana en la sociedad.

Son más de 30.000 las personas que se consideran amigas del Movimiento de los Focolares en Alemania, de ellas, alrededor de 5000 –entre adultos, jóvenes y niños- participan regulamente en grupos de famiias, de jóvenes o ligados a intereses y argumentos específicos. El primer contacto con Alemania se remonta a 1955. Poco tiempo después, el obispo católico de Meißen, Mons. Otto Spülbeck y el cardenal Alfred Bengsch de Berlín, pidieron a la fundadora de los Focolares, Chiara Lubich, que mandara focolarinos también a Alemania del Este. La carencia de médicos en la DDR facilitaba el ingreso de extranjeros con conocimientos en el campo médico y fue así como ocho focolarinos médicos, alemanes e italianos, llegaron a Berlín y a Lipsia. Con ellos estaba también Natalia Dallapiccola, una focolarina que había estado con Chiara Lubich desde los inicios de los Focolares en Trento. A partir de aquí la espiritualidad del Movimiento de los Focolares se difundió también a otros países de bloque oriental, sobre todo en Polonia, Checoslovaquia y Hungría.

En la patria de la Reforma, también para el Movimiento de los Focolares, el diálogo ecuménico tiene una importancia primordial. Una característica de los Focolares en Alemania, es que desde un inicio tuvieron lugar encuentros también con cristianos evangélicos (las fraternidades, las hermanas de María en Darmstadt). En los años ´60 tuvieron lugar numerosos encuentros con personalidades y pertenecientes a distintas Iglesias. Desde entonces y hasta hoy, cristianos de diversas Iglesias encuentran inspiración para sus vidas, y la motivación para promover y profundizar la unidad entre los cristianos.

A partir de estas relaciones personales entre cristianos de distintas Iglesias se han desarrollado iniciativas comunes y intensos itinerarios comunitarios. Entre estos el Centro de Vida Ecuménica de Ottmaring, en las cercanías de Augsburg. Sus fundadores y conductores son miembros de la Fraternidad de vida común y del Movimiento de los Focolares. Ottmaring se ha convertido así en una de las “ciudadelas” de los Focolares, con un fuerte tiembre ecuménico. En ella –construida con la bendición de la respectivas autoridades eclesiales- viven establemente alrededor de 120 personas comprometidas o unidas a ella en formas distintas.

En los meses de verano, jóvenes europeosdando lugar, con su entusiasmo, también a manifestaciones como la Jugend Woche.

A partir de la experiencia ecuménica, en 1999, tiene inicio en Ottmaring la iniciativa Juntos por Europa, una red de más de 300 Movimientos y comunidades de cristianos evangélicos, católicos, ortodoxos, anglicanos y de las iglesias libres.

Hay otros centros de encuentro del Movimiento de los Focolares están en Solingen y Zwochau.

Un ámbito de trabajo de los pertenecientes al Movimiento de los Focolares, lo representa el diálogo con creyentes de otras religiones y con personas que no profesan una religión. Una plataforma común para la realización de este diálogo se encuentra en el esfuerzo común a favor de la paz, la justicia y las iniciativas sociales.

En la historia de los Focolares otras personas –junto a Chiara Lubich- dieron un aporte importante al desarrollo del Movimiento. Una de esas figuras es el obispo alemán de Aquisgrana Klaus Hemmerle (1929-1994).

Él dio un empuje decisivo al desarrollo de una teología que surge del carisma de Chiara Lubich y formó parte regularmente de los encuentros del centro de estudios interdisciplinarios denominado “Escuela Abba”. Además dio vida a un itinerario espiritual ecuménico con obispos de varias nacionalidades e Iglesias, que se inspiran en la espiritualidad de la unidad.

Con ocasión del décimo aniversario de la muerte de Klaus Hemmerle el Movimiento de los Focolares en Alemania instituyó un premio, que se otorga cada dos años a personas que se han distinguido por ser “constructoras de puentes” según el espíritu del obispo de Aquisgrana y que se han comprometido en el diálogo entre las Iglesias, religiones y distintas convicciones, (entre los premiados está el Patriarca Bartolomé I).

www.fokolar-bewegung.de