Ayubu tiene 42 años y vive en Akum, en Camerún. Confecciona bolsos de rafia, una típica actividad artesanal de su aldea: «Cuando me dijeron que tenía Sida caminaba como un hombre muerto. Era dos personas al mismo tiempo: una estaba ya muerta, la otra era el cuerpo que se movía. Me invitaron al Club. Estaba sorprendido de ver tanta gente en mis condiciones que reía y hablaba normalmente. Poco a poco volví a la vida: ya no era dos, sino uno. Volví a ser un hombre viviente. También mis bolsos se venden y estoy aprendiendo a trabajar la cerámica».

El “Club” al que se refiere Ayubu es uno de los grupos de apoyo para enfermos de Sida realizados por el Movimiento de los Focolares en Nigeria, en Camerún, Kenia y la República Democrática del Congo. Mediante la red de los “Clubes” en distintos distritos, se le ofrece un apoyo global a la persona, para sostener a los pacientes, sus familias y las personas en riesgo. El proyecto se ha convertido en parte del proyecto ONU, y los resultados alcanzados, es decir la constitución en cada comunidad local de una red de solidaridad social en expansión, que se auto-promueve, con costos de intervención muy bajos, han sido presentados en la XIV Conferencia Mundial sobre el Sida (Barcelona, 7-12 de julio de 2002) y han sido publicados en las Actas entre las “Intervenciones y programas de mejoramiento”.

Como nace la idea – El proyecto tuvo inicio en 1992, en un hospital de una misión Nigeriana, bajo la guía de dos médicos y una religiosa; juntos se dieron cuenta de que para controlar la difusión del virus y evitar la marginación de los enfermos, no era suficiente seguir el protocolo hospitalario para el tratamiento de los enfermos de Sida. Era necesaria, de hecho, una colaboración entre: personal  sanitario, miembros de la familia, profesores, autoridades locales, curanderos tradicionales, para construir un sentido de fraternidad y una cultura de aceptación hacia las personas seropositivas.

El testimonio de uno de los pioneros, el médico español Fernando Rico González: «Por distintas razones, especialmente por falta de formación y de conocimiento, las personas seropositivas a menudo se niegan a aceptar el diagnóstico. Me he sentido interpelado por el profundo sufrimiento, sin esperanza, que he encontrado en muchos. Entonces empecé a hablar de ello a mis pacientes y a preguntarles si les gustaría encontrarse junto con otras personas con sus mismos problemas, para ayudarse recíprocamente ».

De Nigeria la experiencia se repite en otros países africanos. Por ejemplo hoy día son alrededor de cien las personas asociadas a los dos clubes de Akum y Bali, en Camerún. Unos veinte de ellos son niños. Otras personas gravemente enfermas son atendidas y visitadas en casa.

Estos “clubes” son sostenidos por la ONG ‘Acción por un Mundo Unido’ (AMU). Para este proyecto han sido recogidos hasta ahora € 16.048,24. El presupuesto de gastos anual está por encima de los 18.600 €. La causal para un eventual depósito a la AMU –Acción por un Mundo Unido es “Proyecto Bamenda”.

(de Amu Noticias 1/2004 – 2/2005 –  4/2005 y  Living City 5/2005)

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