Hace algunos años, tratando de mostrar una visión de los varios continentes con la riqueza humana de sus pueblos, Chiara Lubich captó de América Latina su acentuada sensibilidad por la socialidad, a tal punto de considerarla una característica peculiar. Durante estos primeros 50 años de presencia de los Focolares en la región, nadie aquí ha olvidado esta visión. Y es ésta la dimensión que surgió con fuerza durante el festivo encuentro de María Voce y de Giancarlo Faletti, respectivamente presidente y copresidente del Movimiento de los focolares, con las comunidades del Cono Sur (Argentina, Bolivia, Chile, Paraguay y Uruguay) desarrollado el pasado 14 de abril en Buenos Aires.

En la gran sala-carpa, repleta por unas 3.500 personas, un sin fin de números folklóricos
acompañados de audiovisuales, fue presentando los diversos Países, refiriéndose con frecuencia a situaciones de pobreza, desigualdad, exclusión… verdaderos y justos desafíos que frecuentemente el Movimiento ha tratado de abrazar.

A continuación, María Voce y Giancarlo Faletti establecieron un intenso diálogo con los presentes respondiendo una serie de preguntas. ¿Cómo crecer y dar frutos también en tiempo de crisis? Para María Voce “los momentos de crisis son siempre momentos de crecimiento, aunque uno no se dé cuenta. Las madres saben muy bien que sus hijos en plena adolescencia, cuando viven molestias, se sientes incómodos… igualmente crecen aunque no se den cuenta. Encontré en la Iglesia mucha estima y aprecio… por lo tanto confiemos también en aquello que los otros encuentran en nuestro Movimiento. En el continente de la esperanza debemos esperar porque ésta es una virtud teologal. No debemos perderla porque Dios, que es amor, lleva adelante todo” ¿Y el compromiso en las realidades sociales que nos interpelan? “No se puede vivir sin pasión –respondió Giancarlo Faletti-. Chiara nos enseño a construir fragmentos de sociedad renovada en la humanidad. Debemos llevar adelante lo que Dios nos pone en el corazón sostenidos por los demás, juntos” Y agrega Faletti: “Las dificultades de hoy nos impulsan a reinventar, permaneciendo fieles a nuestra espiritualidad, pero movidos por una fantasía nueva para comprender cómo injertarnos en el hoy de la historia, de la Iglesia y de la humanidad”.
dsc_0992Interpelada sobre el significado de la Nueva Evangelización, María Voce señaló: “El Evangelio debe ser nuestro vestido, ayudarnos a vivirlo para poder anunciar que Cristo está vivo. Y no sólo anunciarlo sino permitir que los demás se encuentren con Cristo presente entre nosotros por el amor recíproco que vivimos”. Las diversidades culturales, sociales, étnicas… ¿cómo evitar las exclusiones? “Dios creó el universo –subrayó María Voce-, con todas estas diversidades. Hay que verlas como las ve El, por lo cual todo esto es, en realidad, riqueza que expresa su ilimitada posibilidad de mostrarse de modo infinito. La riqueza de estos pueblos de América Latina puede ser un don para todo el mundo para que se descubra la belleza y la riqueza de Dios”
¿Cómo vivir en los contextos difíciles donde también la familia se disgrega? “Esta espiritualidad se encarna en la realidad de hoy –responde Faletti–. Cuando el Movimiento se difundió más allá de la Cortina de Hierro estábamos bloqueados, no podíamos desarrollar ninguna actividad, y sin embargo fue un período fecundo. También esta época difícil en América Latina es un momento de gracia. Amemos: la respuesta a los problemas están en Dios y nacen de la abundancia del amor”
“Deben mostrar al mundo la belleza de esta diversidad, de estos pueblos cuyas raíces no están separadas sino entrelazadas”, dirá María Voce al despedirse confirmando lo que en los presentes es ya una alegre convicción.

Alberto Barlocci

Comments are disabled.