«Soy maestra en una escuela primaria católica», escribe Eliane de la República Centroafricana,  «y, desde que conozco la espiritualidad de la unidad, sentí que debía poner en práctica el Evangelio, incluso cuando esto significaba ir contra la corriente en lo que respecta a prácticas comunes y difundidas».

«Cuando en nuestro país se iba perfilando la amenaza de la guerrilla -continúa- propuse a mis alumnos que hiciéramos juntos el “Time Out”, un momento de oración en el que, estando unidos con muchas otras personas de todo el mundo, pedimos el don de la paz, para los lugares donde hay conflictos y en el corazón de cada hombre. Por eso, todos los días, también nosotros nos detenemos y rezamos”»

Los niños de su escuela tienen la costumbre de comprarle al maestro, la arcilla o yeso que precisan para las manualidades que tienen que hacer. Eliane le da a cada uno lo que corresponde, mientras que otro maestro en vez de dar una barrita de yeso por cabeza que cuesta 25 francos, la divide a la mitad para sacar una ganancia que luego usa para comprar su almuerzo. El colega, viendo el comportamiento de Eliane, le preguntó el motivo. «Le hice comprender que su forma de actuar no era la correcta porque los niños merecen justicia y también porque Jesús dijo: “Todo lo que hagan al más pequeño de mis hermanos, lo hicieron a Mí” (Mt. 25, 40) »

También el  supervisor pudo conocer el estilo de vida de Eliane, y fue para ella una oportunidad de expresar sus convicciones. «Pasado un tiempo –cuenta- él y su esposa me pidieron que fuera la madrina de su hija más chica. Acepté con alegría y ahora siento que, de verdad  formo parte de su familia»

Sucesivamente, los colegas propusieron el nombre de Eliane como candidata para las elecciones como delegada del personal ante el Inspector de Trabajo. Hoy desempeña este rol que consiste en ser mediadora y vigilar el buen manejo de la escuela. También se debe ocupar de que se mantenga el respeto de los derechos y deberes de parte de todos.

A Eliane le confíaron también la secretaría de una asociación de solidaridad que agrupa a las mujeres que apoyan a la escuela en lo que respecta a enfermedades e higiene personal.  También este grupo de Solidaridad de las Mujeres decidió sumarse al “Time Out”.  «Hoy – concluye Eliane- muchas voces se levantan para pedir la Paz no sólo para África Central sino para el mundo entero».

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