“El próximo domingo, con la ayuda de Dios, estaré en Albania. Decidí visitar este país porque es un país que sufrió mucho por causa de un terrible régimen ateo y ahora está realizando una convivencia pacífica entre sus diversas comunidades religiosas (…). Les pido a todos que me acompañen con la oración (…)”. El papa Francisco, en la audiencia del miércoles, recordó a los fieles su viaje apostólico del 21 de septiembre con estas palabras que encierran el doble fin de esta “visita relámpago”: memoria y diálogo, en un país que después de 50 años de sufrimiento por la dictadura está ahora viviendo una floreciente época de diálogo y colaboración interreligiosa, aunque continuán las condiciones sociales y económicas de seria indigencia y desocupación.
Las minorías católicas y ortodoxas (juntas constituyen casi el 26% de la población, además de existir un nutrido grupo de distintas Iglesias evangélicas) viven en buenas relaciones ecuménicas entre ellos e interreligiosas con la mayoría musulmana. Por esto el Papa desea llevar la reflexión de la Iglesia y de la humanidad hacia una colaboración interreligiosa que funcione, mientras el terror y la violencia continúan pervirtiendo al Medio Oriente.
También en Albania existe una comunidad de los Focolares que está colaborando activamente en la preparación de este viaje con alegría y gran expectativa. Son casi 200 personas de todas las edades y vocaciones. Son católicos, ortodoxos y también musulmanes, muchos de ellos jóvenes, que participan en las Mariápolis, la cita anual, característica de los Focolares. “Recientemente la comunidad desarrolló actividades ecológicas. “Este es un aspecto muy querido por la población pero también un tanto descuidado en nuestro país, – cuenta una de las focolarinas de Tirana-. Estamos tratando de comunicar una cultura de respeto por el ambiente. Durante la última Mariápolis que se desarrolló en una ciudad sobre el mar, hemos dedicado medio día a la limpieza de la playa. En otra ocasión hemos limpiado un gran parque de la capital y vuelto a repintar las latas para la basura en otro parque”
También los Movimientos Familias Nuevas y Chicos por la Unidad están presentes con su apoyo a distancia de unos sesenta niños y la acción Schoolmates (colaboración entre grados) que ha asegurado los estudios a un grupo de muchachos.
“La llegada del Pontífice es un evento histórico para nuestro país – explica Nikoleta, – y le estamos infinitamente agradecidos por haber elegido este viaje entre los primeros hacia las tierras balcánicas. El llega para fortalecer la fe en la Iglesia de Albania y el mensaje de paz que traerá y su apoyo, son para nosotros de excepcional importancia”
Reegjina cuenta que en estos meses se produjo una gran preparación en las parroquias y en las comunidades con encuentros para conocer más profundamente el pensamiento del papa Francisco. Fueron momentos de oración y recolección de contribuciones económicas para solventar los gastos del evento. Cada persona colaboró según sus propias posibilidades.
Donika, periodista y publicista, afirma que esta visita no sólo es importante para los católicos, sino también para las personas de otras religiones “o para quienes, como yo, no tienen una referencia religiosa. Los valores que él trae son universales, sin excepción de raza, nación o fe. El suyo es un corazón bueno y grande, que tiende a construir al hombre, más que a convertirlo, y él ofrece esperanza. Y este es el don más importante que el Papa puede ofrecer a Albania”
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