20140923-01Sierra Leona, Guinea, Liberia. Naciones que raramente aparecen como noticia en los medios de comunicación occidentales. Están siendo conocidos en los últimos meses por el “ébola”. Son, en efecto, los más afectados por la grave epidemia registrada hasta hoy a causa del virus detectado  en 1976.

«Después del largo sufrimiento de la guerra ahora seguimos padeciendo la prueba debido a esta epidemia. El miedo aumenta, pero también la conciencia de que asumiendo las medidas necesarias – que a veces van contra la naturaleza y la cultura de la gente, como el tener que estar aislados- podremos combatir este virus. La Iglesia está por todos lados, queriendo ofrecer su auxilio, como amor concreto hacia todos», nos escriben desde Sierra Leona. En estos días el sufrimiento está agudizado por la cuarentena pedida a la población que vive confinada dentro de las paredes domésticas para alejar el riesgo del contagio. Según los datos de la Organización Mundial de la Salud (reportados el 18 de septiembre) sobre 5000 casos, son más de 2.600 las víctimas del virus que causa la fiebre hemorrágica.

«Nos dicen que tengamos prudencia – escribía un religioso próximo a los Focolares, ya en el mes de junio –En la Misa, para evitar los contactos, no se da el signo de la paz, pero saber con exactitud donde está el peligro es difícil. También nosotros en el hospital católico hemos tenido un caso de un enfermo que escapó del hospital especializado en Ebola en Kenema, que vino a curarse aquí sin que los médicos supieran nada. Por lo tanto, es de imaginar la aprensión que nos ha tocado vivir desde cerca»

También se han suspendido los encuentros de la comunidad de los Focolares, así como las actividades previstas con los jóvenes. Se reaviva una cadena para sostenerse recíprocamente a través de llamadas telefónicas, mensajes. ¿Para decirse qué cosa? «La firme voluntad de continuar amando, ahora que estamos una vez más bajo el peso de la prueba»

En una carta a los miembros del Movimiento de los Focolares, la presidente María Voce escribió exhortando a «ir adelante con coraje, testimoniando el Ideal [de la unidad] en todos los modos posibles»y agradecía por el testimonio que «multiplica en el país muchos fragmentos de fraternidad». Aseguraba además, la cercanía y la oración de todo el Movimiento en el mundo.

«Personalmente siempre trato de permanecer fiel al compromiso y promesa  de continuar viviendo el Ideal de la unidad también aquí en Sierra Leona», confiesa J.K., manifestando también su dolor por tener que suspender los contactos. Pero sostenerlo este compromiso es vivir  la Palabra de Vida, el compromiso común de vivir el Evangelio que da luz también en las situaciones más desesperadas, como ésta.

Y Alfred escribe a Emmaus: «Como sabes, la situación aquí en Sierra Leona no es linda. Es difícil para nosotros movernos de un lado al otro. Pero ésto no me detiene, al contrario me lanza a vivir más el Evangelio. Trato de vivir cada momento por Jesús y ofrecerle todo a El durante el día. Ser fiel al Evangelio es mi deseo más profundo. Te agrazezco por todo el amor que tienes por nosotros los gen de Sierra Leona. Te sentimos aquí con nosotros»

Y finalmente, el Padre Carlo, agradece por tener en el corazón también “este ángulo del mundo”, cuando parece que nos vence «el miedo, el ansia, la inactividad, a veces la desilusión porque las autoridades son lentas en mejorar a la gente. Pero poco a poco descubrimos que todos estos aspectos son el rostro de Jesús crucificado y abandonado y entonces nos ponemos con renovada energía a amar. Y ese amor tiene una densidad nueva y es más profundo»

 

 

2 Comments

  • Que o Amor irradiado por Jesus em vocês superem as dificudades e o impossível. Lembrem-se que «não há vitória sem luta». Que todos os Jesus abandonados encontrem em vocês a força da ressureição. Grande abraço!

  • Hermanos, desde Caceres ( España) . Os tenemos en nuetras oraciones, y Jesus abandonado, se da en esas tierras más que nunca. Con nuetra unidad. Paco

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