La grave epidemia de Ébola se ha esparcido de manera especial en Guinea Conakry, Liberia y Sierra Leona, con graves pérdidas entre la población local, noticia ampliamente difundida por los medios de comunicación. El AMU, ONG vinculada al Movimiento de los Focolares, está trabajando de varias formas en la lucha contra el virus. Le pedimos a Stefano Comazzi, uno de los responsables, que nos diga algo más al respecto.

«En realidad parece que la situación es mucho más dramática de lo que generalmente se dice, ya que la epidemia se encuentra todavía fuera de control. Todo esto produce un impacto muy fuerte en la vida de millones de personas, por la restricción de los viajes, la reducción del comercio con la consecuente escasez de los alimentos, los obstáculos para el estudio y las actividades laborales… Sin hablar de los duelos en las familias que han sido afectadas, donde a menudo faltan las fuerzas para sostener a los miembros más débiles».

¿La epidemia en números? «Hasta hoy – sigue Stefano –, no resulta posible un conteo preciso porque muchos casos se escapan a las estadísticas, y además porque la epidemia llegó de las zonas rurales hasta las grandes ciudades, donde la alta densidad de la población y las míseras condiciones de vida, favorecen grandemente la difusión del contagio».

Drama en el drama. Como es sabido, «entre los primeros que pagan en primera persona están precisamente los operadores sanitarios quienes, prodigándose para contener la infección, han quedado afectados a su vez, muchas veces con desenlaces letales. De esta forma, se han empobrecido las estructuras sanitarias, que ya contaban con recursos muy limitados, así que hoy se encuentran a menudo incapaces de afrontar esta calamidad. También la pobreza de los medios y la escasez de adecuados equipamientos y de material sanitario, llevaron a tomar la decisión de cerrar muchas estructuras sanitarias que paradójicamente, en vez de constituir una barrera ante la difusión de la epidemia, se habían convertido en un motivo de incremento».

Sierra Leona. Esta suerte le ha tocado también al hospital diocesano católico de Makeni “Holy Spirit” en Sierra Leona, localidad en donde desde hace años trabaja el padre Carlo da Sotto, javeriano, pionero de la espiritualidad de la unidad en ese país africano y de la viva comunidad de los Focolares.

Padre Carlo, con los demás religiosos de su congregación y con toda la diócesis de Makeni, se ha comprometido a volver a poner en marcha el hospital a pleno ritmo. «Por el momento – nos cuenta – nuestra estructura alcanza a ofrecer sólo un limitado servicio ambulatorio. Sin embargo estamos trabajando para realizar urgentes obras de restructuración que puedan volverlo apto para afrontar los nuevos desafíos, en especial con la adquisición y la instalación en ambientes renovados de un laboratorio médico especializado en la lucha contra las enfermedades infecciosas. Con la esperanza de que pronto la emergencia del Ébola se haya acabado, dicho laboratorio podrá de todas formas seguir sirviendo a la población local en la prevención y tratamiento de otras numerosas enfermedades infecciosas que se registran localmente (SIDA, hepatitis C, malaria, etc.)».

Proyecto. Esta acción se enmarca en un proyecto más amplio coordinado por Caritas y con el apoyo de otras asociaciones en un proyecto integrado de asistencia que se está realizando, además que en Sierra Leona, también en Guinea Conakry y Liberia.

Los jóvenes están en primera línea. «Hay otras actividades de colaboración concreta e inmediata impulsadas por la comunidad del Movimiento de los Focolares, para los enfermos y sus familiares – concluye Stefano Comazzi –. En especial para aquellos que se encuentran en cuarentena y que recibirán apoyo con las contribuciones recolectadas para esta emergencia».

Para dar la propia contribución se puede utilizar la siguiente cuenta corriente en el
Banco Popular Ético – Sucursal de Roma

código IBAN: IT16 G050 1803 2000 0000 0120 434
código SWIFT/BIC: CCRTIT2184D

A nombre de Associazione Azione per un Mondo Unito Onlus
Causal: Emergencia Ébola

 

1 Comment

  • Non posso dire ‘mi piace’ mentre ci sono tanti dolori. Posso però dire mi piace tantisssimo l’amore di tutti per il prossimo.

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