20150120-01

Según las Naciones Unidas, son 700 mil las personas obligadas a dejar sus casas por causa de la violencia en los estados nigerianos del nordeste. Precisamente en los días de la masacre en París, también Nigeria apareció en las crónicas periodísticas con una escalada criminal en el Estado de Borno en manos de de los extremistas de Boko Haram. Se habla inclusive de niñas kamikaze que estallaron en dos mercados del país. La población está indefensa, mientras se proponen las lecturas políticas contrastantes y pocas de ellas desenmascaran a los poderosos intereses económicos vinculados a las ganancias del petróleo. Existe expectativa ante las próximas elecciones de febrero.

 El Movimiento de los Focolares está presente en Nigeria, con dos centros en Onitsha (en el sur del país) y otro en Abuja, la capital. «Después del primer viaje que realizamos para encontrar a las personas desplazadas por la guerra interna, tuvimos mejor conocimiento de la verdadera situación: la miseria, las enfermedades, el hambre, la falta de vestimenta, los que no tienen casa, pero sobre todo nos preocupan los niños que no tienen un mañana», escriben George y Ruth, los responsables del Movimiento en la nación africana. Posteriormente organizaron un segundo viaje, en el período de Navidad, involucrando amigos, parientes, colegas de trabajo. «Palpamos la generosidad de nuestro pueblo, al Focolar llegó de todo: dinero, comida, ropa, medicinas. Incluso llegó un auto con un chofer experto que sabía bien por donde pasar para evitar los peligros» Viajamos tres personas: una focolarina enfermera, otra persona y el chofer. Cargados de dones «para llevar la alegría de la Navidad a esta gente que más que nadie se asemeja a Jesús Niño que no tenía ni siquiera un lugar digno para nacer».

La situación es precaria: las medicinas no alcanzan para tantas necesidades: «Soy enfermera profesional – cuenta Imma- atendí a centenares y centenares de enfermos: existe desnutrición, anemia, malaria y diversas enfermedades. Ayudamos además al obispo a distribuir la comida a más de 5000 prófugos. Es una situación muy dolorosa, y cada día llegan otros refugiados».

«Que éste sea el año del Si», son los deseos de María Voce para el 2015, «un sí repetido infinitas veces: sí a Dios que nos pide algo no previsto, sí a ese prójimo que precisa nuestro amor concreto, sí a un dolor inesperado, sí a Jesús que nos espera en la humanidad porque quiere ser escuchado, transformando el dolor en alegría, en vida y resurrección»

Pero, ¿qué significa ésto en situaciones de oscuridad, que parecen sin salida, como en Nigeria? «Para nosotros es una realidad de todos los días: escriben aún Ruth y George – en las circunstancias difíciles en que nos encontramos en nuestro país. Existen muchas fuentes del Mal. Delante de estas situaciones no podemos quedar indiferentes. Llegando allá, donde está la gente que más sufre, nos encontramos cara a cara con este Jesús que nos repite aún hoy: “A Mí me lo hiciste”».

Y, de parte de toda la comunidad de los Focolares de Nigeria, envían su agradecimiento por las oraciones y el apoyo expresado de mil modos, «sobre todo en este momento y antes y después de las elecciones presidenciales y legislativas».

 

 

 

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