20150623-01«Irak en este momento está pasando el momento más difícil de las últimas décadas, afirma uno de los amigos que fuimos a visitar». Quienes escriben son Gemma y Pierre, de Ammán, del Movimiento de los Focolares de Jordania e Irak, a su regreso de un breve viaje a Erbil (Irak).

«De hecho, ya han pasado nueve meses desde cuando los pueblos de la llanura de Ninive fueron invadidos por la ISIS. La situación general del país ha empeorado con el último desarrollo, es decir, con la conquista de nuevos terrenos. Las personas, incluso nuestros amigos, sienten una gran incertidumbre ante el futuro. Muchos ya se han ido; muchos están pensando en dejar el país».

La cercanía espiritual no es poca cosa si al terminar estos días juntos, alguien puede decir: «Hemos perdido todo, no he podido terminar los estudios universitarios, no hay trabajo… pero finalmente he vuelto a encontrar la paz, y he decidido reiniciar mi relación con Dios».

20150623-02«En el encuentro con la comunidad de los Focolares –siguen relatando Pierre y Gemma – se vivió un momento muy importante: nos declaramos recíprocamente el estar dispuestos a dar la vida el uno por el otro, amarnos con la medida que Jesús nos amó, de modo que Él pueda estar presente entre nosotros, como ha prometido. Después meditamos sobre el vínculo entre la Eucaristía y la Iglesia, con una conversación de Chiara Lubich de 1982, ‘Eucaristía hace la Iglesia, la Iglesia hace la Eucaristía’. Entre los encuentros que hicimos tuvimos uno con Mons. Bashar Warda, obispo caldeo de Erbil, quien estaba contento de nuestra visita. Al final nos pidió que rezáramos más que nunca por Irak».

«Vine por ustedes, cada uno es como el mundo entero para mí…», dijo Mons. Salomone Warduni, obispo auxiliar de Bagdad de la Iglesia católica caldea. Vine a propósito desde Bagdad. Exhortó a todos a no tener miedo, sino a seguir adelante en el camino del ideal de la unidad, porque cada uno de nosotros tiene una misión que cumplir».

«Trato de vivir concretamente el amor que se vuelve recíproco dentro de la comunidad. En la Eucaristía encuentro la fuerza para seguir adelante y amar», dijo una de las presentes. Y después nos alegramos por estar juntos. A pesar de la situación hay un vivaz grupo de niños y de chicos, quienes dieron vida a la edición local de la Run4unity (la carrera de relevos mundial por la paz) ¡con 35 chicos y chicas! «Para nosotros han sido días intensos –concluyen Gemma y Pierre- una experiencia divina y profunda. Hemos recibido de ellos más de lo que podíamos dar. Quién sabe cuánta vida está naciendo de este gran dolor vivido cristianamente».

 

 

No comment

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *