«Si hoy tuviese que dejar esta tierra y se me pidiese una palabra como la última que dice nuestro Ideal, diría – segura de ser entendida en el sentido más exacto – «Sed una familia”.

¿Hay entre ustedes quienes sufren por pruebas espirituales o morales? Compréndanlos como y más que una madre. Ilumínenlos con la palabra o con el ejemplo. No dejen que les falte el calor de la familia, es más, hagan que crezca cada vez más en torno a ellos.

¿Hay entre ustedes quienes sufren físicamente? Que sean los hermanos predilectos. Sufran con ellos. Traten de comprender hasta el fondo sus dolores. Háganles participar de los frutos de la vida apostólica a fin de que sepan que ellos, más que otros, han contribuido a ella.

¿Hay entre ustedes moribundos? Imagínense ustedes en su lugar y hagan cuanto desearían que les hicieran a ustedes, hasta el último instante.

¿Hay alguien que goza por cualquier motivo? Gocen con él, para que su consuelo no se apague y su ánimo no se cierre, sino que la alegría sea de todos.

Mira el video en el idioma original (italiano)

¿Hay alguien que parte? No lo dejen ir sin antes haberle llenado el corazón de una sola herencia: el sentido de familia para que lo lleve adonde vaya.

No antepongan nunca ninguna actividad, de ningún tipo, ni espiritual ni apostólica, al espíritu de familia con los hermanos con los que se vive.

Y donde vayan para llevar el ideal de Cristo, […] no harán nada mejor que tratar de crear con discreción, con prudencia, pero con decisión, el espíritu de familia, que es un espíritu humilde, que quiere el bien de los demás, no se jacta… es, en definitiva, la caridad verdadera, completa.

En síntesis, si yo tuviera que dejar esta tierra, dejaría que Jesús les repitiera: “Ámense recíprocamente… para que todos sean uno”».

 Chiara Lubich (La dottrina spirituale – Città Nuova Ed. pp.92-93)

Comments are disabled.