20160404-01Durante el último viaje a Taungoo, una de las regiones donde se  ha iniciado el proyecto de Apoyo a Distancia en Myanmar, «nos dimos cuenta cuánto han avanzado los chicos que reciben la ayuda», escribe la responsable local de AfnOnlus en Myanmar Vivienne Arpon. Las visitas de parte del staff local de Apoyo a Distancia a las familias de los chicos beneficiados, son la posibilidad para llevar el amor concreto y entender mejor las dificultades que afrontan.

Marta había sido abandonada por el marido cuando sus hijos, Justin y Joseph, eran pequeños. Sólo mediante el proyecto encontraron la fuerza para llevar adelante la familia. Cuando terminó la escuela, Justin ganó un concurso que le permitió tener una beca en gastronomía en un instituto de Yangon, mientras que Joseph se convirtió en asistente del personal en una fábrica de tejidos.

La familia de Anna y Philip vivía en un barrio marginal en pésimas condiciones higiénicas. El Apoyo a Distancia les permitió vivir en una casa decente y construir una vida digna. Si bien Philip todavía está estudiando, sus padres generosamente dispusieron que se destinara la ayuda a quien está en peores condiciones que ellos. «Esto nos da alegría –cuenta Vivienne. Constatamos que la mejora de las condiciones de estas familias ha ido acompañada de un crecimiento humano y espiritual».

20160404-02A partir del 2006 el proyecto se amplió, para responder a las solicitudes de ayuda del coordinador birmano Eric. También gracias a la participación de otras ONG, fue posible construir la nueva escuela en Yenanchaung, en la región de Magway y contar con la colaboración de profesores y personal calificado. Los niños que la frecuentan son huérfanos debido al HIV/SIDA o han sido abandonados. Hoy varios de estos chicos, que superaron ya los 20 años, que han podido encontrar un buen trabajo, hasta llegar a ser autónomos, y además ayudan a sus familias. «Confiamos –escribe Vivienne dirigiéndose a los beneficiarios- que el futuro de estos niños esté asegurado, no sólo porque pueden estudiar, sino porque han sentido el amor de parte de ustedes que les han dado seguridad.  Gracias infinitas por  sus sacrificios».

De hecho, no siempre es fácil ser solidarios, pero considerar a quien vive en situaciones peores, redimensiona las necesidades y hace descubrir un estilo de vida más sobrio y quizás también más libre. Una familia de Messina (Italia), escribe comunicando cómo la experiencia del Apoyo a Distancia con la AFNsfl que empezaron hace algunos años, ha sido para ellos una riqueza y los ha hecho sentirse abiertos al mundo entero. El niño que fue beneficiado ya es todo un hombre y gracias a la ayuda recibida a través del programa ha logrado encontrar un trabajo. Sin embargo muchos otros niños viven en condiciones de necesidad y esa familia siciliana, a pesar de las dificultades económicas que no les faltan, no se ha echado para atrás y sigue confirmando su compromiso solidario: «Con cuatro hijos no es fácil hacer que cierren las cuentas del presupuesto familiar. Pero a pesar de la incertidumbre, creemos en este proyecto y estamos contentos de ayudar concretamente a quien está peor que nosotros, en este caso al pequeño Vincenzio de Myanmar».

20160404-0El proyecto de Myanmar está esparcido en un territorio que por las condiciones ambientales e históricas  no ha tenido un desarrollo adecuado. Muchas familias y sus niños han sido víctimas de la desnutrición y de otras enfermedades, como la malaria, la tuberculosis y el SIDA. Gracias a la generosidad de los beneficiarios, pretende infundir una renovada esperanza en el corazón de la gente, ofreciendo a las nuevas generaciones un futuro distinto y contribuyendo a la promoción humana de esta población.

 

Para profundizar:

Los Focolares están en distintos países asiáticos desde 1966: eventos de carácter cultural e interreligioso recuerdan estos primeros 50 años de historia.

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