20170308-04Si alguien tuviera dudas sobre el deseo de familia, sobre la seriedad de asumir un compromiso “para siempre”, sobre la búsqueda y el compartir valores sólidos, sentimientos profundos que dejen una huella en los jóvenes, debería ver “la película” de estos días para volver a creer plenamente.

75 parejas de novios, 11 familias, un lugar especial, el deseo de entrar en juego e interrogarse sobre el futuro, compartir experiencias y sueños, confrontarse con expertos, con los puntos luminosos tomados de la espiritualidad de la unidad y delas palabras del Papa Francisco: son éstos los ingredientes de una cita especial que parejas de novios de toda Italia (con algún representante de España, Inglaterra, Bélgica y Serbia) se dieron en Loppiano, la ciudadela de los Focolares que está cerca de Florencia, del 10 al 12 de febrero. Ha sido un evento que se injerta dentro del itinerario que Familias Nuevas de Italia (ramificación del Movimiento de los Focolares) han ideado para parejas jóvenes.

El desafío propuesto por el equipo que se hizo cargo de la organización del curso no es sencillo. Iluminar las problemáticas de la vida de pareja, un programa bien pensado, en el cual poder tomar puntos de reflexión, a partir de las palabras de Chiara Lubich sobre la posibilidad de ser, precisamente como pareja, “semillas de comunión para el tercer milenio”.

ventriglia-e1487143006585Las exposiciones sobre las temáticas vinculadas al noviazgo, al sacramento del matrimonio y a la vida familiar fueron presentadas por expertos como: Rino y Rita Ventriglia (neurólogo-psicoterapeuta y ginecóloga-sexóloga), los esposos Vaccher (Foro de las Asociaciones familiares de Treviso), el padre Stefano Isolan (teólogo), Inaki Guerrero (psicólogo). Todo avalado por testimonios de los mismos relatores y de algunas familias animadoras.

Un eco especial lo suscitaron las experiencias de algunas familias de varias partes del mundo que están participando un curso desde hace algunos meses en la Escuela Loreto de Loppiano. Sus relatos, que revelan un estilo de vida sobrio, inspirado en el Evangelio y en la confianza en la providencia, demuestran ser imitables y a la mano de todos.

No faltan los momentos de intercambio y de diálogo dentro de cada pareja y con los demás participantes; ni tampoco veladas especiales entre las cuales una cena romántica, una alegre paella y la visita a la ciudadela. La impresión común, además de la profunda alegría, es el haber vivido una experiencia fundamental, personalmente y como pareja, y haber recogido energía y herramientas nuevas para planificar el futuro sobre bases sólidas y hacer que el mundo pueda saborear la belleza de ser familia.

Fuente: Familias Nuevas online


 

 

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