ClassroomEn el preescolar
«Sonia tiene 5 años. Un día le dice a la mamá: «No quiero ir más al preescolar, no tengo ninguna amiga». Después de algunos días su actitud cambia y va al colegio con gusto. «¿Qué  cambió?», le pregunta la mamá. «Vi que hay una niña siempre en silencio y apartada. Nadie quiere jugar con ella. Entonces yo fui con ella y le dije que la quiero mucho. Ella me sonrió, después comenzó a jugar. Sabes, mamá, el amor calienta a todos». (Sonia – Eslovaquia)

El amigo más pobre
«Partiendo de Roma, dejé a Nicu, el más pobre de mis amigos, obligado a pedir limosna en espera de un trasplante de riñón. Permanecimos vinculados por teléfono. A menudo me preguntaba cómo hacía para seguir ayudándolo, dado que puedo contar sólo con una “pago” mensual de 20 euros. Recordando el episodio de Zaqueo, que dio la mitad de sus bienes a los pobres, comencé cada mes a poner aparte 10 euros para Nicu. Después de haber juntado 70, a través de un amigo se los hice llegar. Supe que él estuvo feliz más por el hecho de que me había acordado de él, que por la cantidad recibida». (Angiolino – Italia)

Carrera de generosidad
«Desde hace tiempo la situación económica no marcha bien. En un encuentro de vecinos, después de horas de quejas, propuse comenzar a realizar en nuestro edificio una “comunión de bienes”. Una señora que se quedó sola, ofreció su apartamento para recolectar los alimentos y la ropa y todos contribuimos con lo que pensábamos que era superfluo o dando aún algo que nos servía. Nació una verdadera carrera de generosidad y una oleada de optimismo entró en nuestras casas». (L. D. C. – Argentina)

Trabajo y casa
«Con mi esposa conocimos a una familia de emigrantes. El marido perdió el trabajo, posteriormente encontró otro, pero era precario y precisaban ayuda en alimentos y dinero. Hace tres meses tuve la ocasión de encontrar un trabajo mejor para él. Tiempo después esta familia me llamó pues la casa de una hermana se había deteriorado por lluvias torrenciales. Fui enseguida a ver cómo llevar un primer auxilio y ver qué precisaban. Los propietarios de la nueva vivienda no les tenían confianza y entonces debían pagar anticipadamente dos meses de alquiler y un mes de depósito. Yo sólo no podía ayudarlos pero con la comunidad del Movimiento en tres días pudimos recolectar el dinero necesario». (Juan Ignacio – España)

 

 

1 Comment

  • I felt how I too could do something practical and useful for really needy people. I felt I could let our Word of Life group know the practical working of the word in action!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *