Los jóvenes, llegados desde Corea, Ecuador, México, Perú, Ucrania, Bélgica, Suiza,…-por citar algunos de los 19 países de proveniencia- han comenzado ya la Summer School en el Centro Mariápolis Luminosa.

La metodología a seguir durante estos seis días, es bastante diferente a la que normalmente se sigue en los ambientes académicos. Rigor académico no falta, ya que los ponentes serán profesores universitarios y los principales estudiosos de la economía de comunión en todo el mundo. Pero a esto se añade la experiencia de vida que se quiere transmitir a través de los empresarios y, sobre todo, la experiencia de relación entre todos que se quiere hacer durante estos días. Y esto ha quedado claro ya desde los primeros compases del programa. Isaías Hernando –Presidente de la Asociación Economía de Comunión en España– invitaba a los presentes “a compartir todos los talentos que tenéis; encontrémonos y hagamos intercambio”. O Luca Crivelli –profesor de economía en la Universidad de Zurich- quien animaba a “aprovechar estos momentos para tener una interacción con nosotros, entre vosotros”.

La preparación del programa ya ha seguido estas propuestas de relación y comunión entre los profesores y los jóvenes, ya que ha sido elaborado junto a una comisión internacional de jóvenes que participaron en la I Summer School.

Luigino Bruni –Coordinador del Comité Internacional de la EdC y profesor de economía en  Florencia- afirmaba que, tras más de veinte años de desarrollo de la EdC, es el momento de transmitir la experiencia vivida a los jóvenes, de pasar el testigo a las nuevas generaciones. Y la EdC se comunica en esta profunda unidad entre vida e ideas, teoría; sin el alma que la sostiene, la EdC sería una teoría económica más.

Tras la apertura de la Summer School, han comenzado las clases y los momentos de talleres, todo ello encaminado a conocer y participar de la propuesta de la EdC.