“El sentimiento de indignación expresado por el Papa Francisco ante el horror de la tragedia que ha tenido lugar en la costa de Lampedusa, expresa también el sentir profundo del Movimiento de los Focolares”, continúa Maria Voce.

Semejante tragedia “exige una intensa toma de conciencia sobre las causas profundas de la inmigración y sobre las injusticias sociales, políticas y económicas que están en su origen”.

“La política nacional, europea e internacional debe asegurar a todos los hombre que viven sobre la faz de la tierra, la posibilidad de una vida segura y  digna, en nombre de la humanidad común, que traspasa las fronteras y va más allá de las disposiciones jurídicas, cuando éstas lesionan los derechos fundamentales de las personas”.

Tragedias similares “animan todavía más a las personas y a los grupos a construir capilarmente una cultura de la acogida que abra los ojos a las necesidades cotidianas de los demás”. Este es el empeño que se asumen todos aquellos que adhieren al Movimiento de los Focolares, especialmente cuantos ya trabajan en los centros de acogida y asistencia existentes en muchas ciudades del país.