Recientemente se ha celebrado en el Centro Mariápolis de Castelgandolfo (Roma) un Congreso Internacional que ha reunido a cuatrocientas personas de 49 países de todo el mundo con 17 idiomas distintos. El motivo que reunía a personas de África, Europa, Asia y América era el de compartir ideas y experiencias sobre cómo vive concretamente cada grupo de personas de los Focolares en sus respectivas ciudades, cómo caminan junto a las necesidades que surgen en la sociedad en la que viven.
Múltiples las ideas compartidas y vividas a lo largo del planeta. Cándida Vicente, de Murcia, contó cómo viven las treinta y una personas que adhieren en Murcia al Movimiento de los Focolares: “nuestra característica no es hacer acciones grandes, sino encontrarnos como familia para comunicarnos la vida y nuestras experiencias vividas durante el mes. Para nosotros, son muy importantes las relaciones entre nosotros y fuera, con cada una de las personas que tenemos a nuestro alrededor, donde nos encontramos situaciones muy variadas: problemas económicos, sufrimientos de algún familiar o personal, emigrantes, soledad,… Tratamos de ayudar en la medida que podemos (…).
Entre nosotros tratamos de amarnos unos a otros, comunicándonos alegrías y dolores, alegrándonos con las buenas noticias: el trabajo que encuentra una, el embarazo de la otra, el viaje que hace esa familia…, o rezando y acompañando si es necesario en las situaciones dolorosas, como esa operación grave de tiroides que se presentó hace unas semanas: entre todos estuvimos visitándola y ayudándole en cuanto necesitaba, como hacerle la compra u otra cosa. (…) También está quien se está quedando ciega y necesita que le lean o le acompañen; quien quiere volver a su país después de doce años y allí también quiere conocer a la comunidad local de los Focolares. O quien necesita ayuda para sobrevivir en estos tiempos: nos hemos puesto de acuerdo entre todos para hacer comunión de bienes e invitar a nuestras amistades a que también lo hagan.
También tratamos de amarnos yendo más allá de las dificultades que a veces podemos tener entre nosotros, de nuestros límites, incluso de algún juicio que pueda surgir entre nosotros, teniendo muy presente que lo más importante es el amor reciproco entre nosotros para poder llegar al que todos sean uno.”