Time out

 
Cada día, a las 12 h., un momento de oración o silencio por la paz y otras iniciativas por la paz.

Madrid_Paz_redEn estos últimos años parece más urgente y necesario el desarrollo de iniciativas que fomenten la paz; todo para detener la expansión del mal y la amenaza terrorista en todo el mundo.

El Time Out[1] nace durante la guerra del Golfo, en 1991. Chiara Lubich propone a todo el Movimiento de los Focolares y a quienes quisieran adherir, un minuto de silencio u oración por la paz a las 12 h. De esta manera y gracias a la distribución de miembros de los Focolares en los cinco continentes, se cubren las 24 horas del día con una oración o grito silencioso por la paz. En cada huso horario, miles de personas pidiendo la paz. En aquella ocasión, Dios escuchó las oraciones de todos; años más tarde, a finales de 2012, esta propuesta la reformula Maria Voce -Presidenta del Movimiento de los Focolares– a los dirigentes juveniles de los Focolares provenientes de varios países, reunidos en Castelgandolfo; en esta ocasión, también dirigida a todos los miembros del Movimiento y a todas aquellas personas que deseen participar. La adhesión fue inmediata y continúa desde entonces.

El Time Out es un momento de silencio y oración por la paz en el que se pide, en palabras de Maria Voce, que se done a la humanidad esa “paz justa, que permita a todos, de cualquier credo y condición o país, vivir serenamente la vida; y que comparta este don de la paz con todos los hombres”. Tiem Out también es uno de los pilares en los que se basa el Proyecto Internacional para escuelas de primaria Living Peace (Vivir la paz).

Uno de los medios más eficaces para alcanzar la tan ansiada paz es el de la educación. Chiara Lubich al recibir el Premio Educación para la Paz de la UNESCO en 1996, lo subrayaba, ofreciendo un método educativo: el de la espiritualidad de la unidad, un nuevo estilo de vida capaz de superar las divisiones entre las personas, entre las comunidades, entre los pueblos y por ello, capaz de contribuir a reencontrar o a consolidar la paz. Rememorando este reconocimiento a la fundadora de los Focolares, Maria Voce afirmaba el pasado 12 de marzo:

“Mirando la realidad de hoy, aquel episodio parece tener una gran actualidad: ¿Qué hay más importante que la educación para alcanzar tal objetivo? La actualidad dominante, la que cotidianamente se impone ante nuestros ojos, nos ofrece imágenes de una paz violada, a menudo ironizada. Parece casi que, desde la realidad de los individuos hasta la dimensión internacional, el “vivir en paz” no pertenezca a las generaciones del Tercer Milenio. Y sin embargo, ¿cuántas veces invocamos la paz o tratamos de reanudar el hilo roto en las relaciones entre las  personas, entre los pueblos, entre los Estados? No podemos negar que logramos más fácilmente erigir barreras, pensando quizás que puedan defendernos, que actuar para construir la unidad en las relaciones, entre las ideas, en la política, en la economía, entre posiciones religiosas. Y la paz se escapa, se aleja (…) Han pasado veinte años desde que Chiara en la UNESCO indicó el amor como la más potente arma para donar a la humanidad su dignidad más alta: la de sentirse no tanto un conjunto de pueblos, uno al lado del otro, a menudo en lucha entre ellos, sino un solo pueblo

Otra de las iniciativas en curso por la paz es la recogida de firmas. Puedes conocer el contenido de la petición aquí y firmar en #SignUpForPeace

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[1] En la jerga deportiva es una suspensión temporánea del juego, el tiempo muerto del baloncesto.

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