Movimiento Parroquial

 
Cincuenta años de historia y una pasión por la Iglesia

50_Mov_ParroquialEn el Centro María Orsola[1] (en Vallo Turinés, Turín), tendrá lugar el 8 de octubre una jornada con el título: “50 años de historia y una pasión por la Iglesia”. Junto a la presentación de testimonio y momentos artísticos, se contará con intervenciones de dos testigos de esta historia: Monseñor Joao De Aviz con el tema “De las periferias del mundo al Vaticano”; y de Monseñor Giuseppe Petrocchi (Arzobispo de Aquila), y “La vocación del Movimiento Parroquial a la luz de la Juvenescit Ecclesia”.

“Fui acusada injustamente ante el Consejo Parroquial. Me quedé callada y lloré. Tres días después, recibo una llamada: “¿Me puedes perdonar?”. Respondo: “¡Ya te perdoné!“ Y un pensamiento: no basta con perdonar, puedo hacer más. Invité a cenar a esta persona y así empezó una amistad que no se debilitará más.” Este testimonio es de Berenice, madre de tres hijos, catequista y ministro de la palabra de las cinco comunidades de la Parroquia Inmaculada Concepción, en las afueras de San Pablo (Brasil).

Un testimonio que hace recordar las palabras de San Juan Pablo II a los participantes del I Congreso Internacional de esta rama de los Focolares: “nuestras comunidades están llamadas a ser una anticipación de la civilización del amor. Esto significa que, según el modelo de las primeras comunidades cristianas, éstas deben realizar estructuras sociales concebidas según las enseñanzas de la fraternidad, un estilo de relaciones informadas por el espíritu de paz y de don recíproco, una solidaridad que resane el cuerpo social, una vida espiritual capaz de unir el amor a Dios y el amor al prójimo. (…) ¡Sed cemento de unidad entre todos los componentes, grupos, movimientos y asociaciones de vuestras comunidades!”.[2]

En julio de 1966, algunos párrocos vinculados a la espiritualidad de la unidad del Movimiento de los Focolares, fueron animados por Pablo VI durante una audiencia, a llevar este espíritu a sus comunidades parroquiales. Al año siguiente Chiara Lubich los invitó, junto a los miembros de su parroquia, a un Congreso en el Centro Mariápolis de Rocca di Papa (Roma). Así nace el Movimiento Parroquial y rápidamente se difunde por los cinco continentes.


[1] El Centro Maria Orsola lleva el nombre de una joven de 16 años animadora del Movimiento Parroquial, muerta inesperadamente en  1970. Recientemente ha sido declarada Venerable por la Congregación para la Causa de los Santos.

[2] Discurso del 4 de mayo de 1986. Texto en italiano.

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