Familia, baliabide sortzailea

 
Maria Voce-k hitz batzuk zuzentzen dizkie Loppiano-n bildutako familiei Chiara Lubich gogoratzeko bere heriotzaren bederatzigarren urteurrenean.

2016_Maria-VoceLa Presidenta de los Focolares invita a “que soñemos juntos con un mundo diferente, aquél en el cual nos gustaría vivir”. De esta manera comenzó el pasado 11 de marzo su discurso titulado Familia: Recurso creativo para el tejido social de cada pueblo.

Su intervención tuvo lugar tras varios días de Congreso en los que se sucedieron los testimonios comprometidos de muchas familias del mundo entero. Familias que han hecho del carisma de Chiara Lubich su modus vivendi. Una espiritualidad que -continuaba el discurso de Maria Voce– “genera en nosotros el deseo de mirar el mundo y la historia desde una perspectiva distinta, capaz de captar el vínculo que cada uno de nosotros tiene con la humanidad entera, en una pertenencia no sólo personal, sino que involucra nuestra persona entera: afectos, relaciones, fragilidad, emociones, sufrimientos, compromisos, sueños”.

Y recuerda: “Chiara, fundando el Movimiento Familias Nuevas, el 19 de julio de 1967 afirmaba: ‘… Es necesario que (…) hagan de su vida familiar una experiencia para llevarla a los demás”[1], siendo “otro Jesús, Jesús que mira al mundo, mira a las turbas y tiene compasión de ellas. Porque, de esta porción del mundo (…) yo les he puesto sobre sus hombros la más destrozada, la más semejante a Él Abandonado’[2]. Hoy me parece que podemos decir que se renueva aquella invitación a la familia, a cada familia”.

“¿Pero qué tipo de familia puede generar un mundo impregnado de fraternidad? Sólo familias, aunque frágiles e imperfectas como es propio de nuestra condición humana, pero renovadas interiormente de este modo, pueden ofrecer al mundo esa luz y ese amor que lo sana, de tal manera que la sociedad encuentre en ellas el modelo en el cual reflejarse”.

Pasando a invitar a las familias a “hacer circular los bienes materiales y espirituales, gratuitamente”, a “acoger al otro tal como es, cuidándole, estando cerca de él, con alegría”, a “transmitir los valores de una generación a otra”, a realizar esa “corrección necesaria para el desarrollo humano” y el “perdón”, a “ir al encuentro de las verdaderas necesidades” de aquellos que viven a nuestro alrededor.

Señala también que “ya existen estructuras e instituciones competentes para cooperar al bien de la comunidad y de los individuos, pero -indicaba Chiara- ‘es necesario humanizarlas, darles un alma, de modo que el espíritu de servicio llegue a alcanzar esa intensidad, esa espontaneidad y ese impulso de amor por la persona, que se respira en la familia’”[3].

Y tras poner de relieve esta insustituible tarea de las familias y el compromiso de Familias Nuevas en todo el mundo a favor de los más débiles, cita algunos ejemplos concretos como el de Carol: “En una pequeña ciudad cerca de Chicago, Carole, al darse cuenta de que varias familias tenían problemas similares a los suyos para atender a David, su hijo discapacitado, se pone en marcha y promueve una serie de actividades de socialización de los jóvenes diversamente hábiles y, a través de ellos, de las familias de todo el barrio… y después de todo el municipio; llegando incluso a recibir un premio por esta iniciativa en el ámbito social».

Maria Voce concluye su intervención: «Podía parecer un sueño. Las experiencias nos dicen que ya es una realidad, a veces pequeñísima, recién nacida, pero que tiene en sí la fuerza arrolladora de la vida».

Lee el texto completo del discurso.


 

[1] LUBICH, Chiara: “A la primera escuela de focolarinos/as casados/as. Fundación del Movimiento Familias Nuevas”. Rocca di Papa, 19 de julio de 1967

[2] Ibid.

[3] LUBICH, Chiara: “Semillas de comunión para la Humanidad del tercer milenio”. Mensaje al Familyfest 5 de junio de 1993

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