“Donde dos o más”

 
Movimientos y Comunidades Eclesiales en la Mariapolis Lía

“Donde hay dos o tres reunidos en mi nombre allí estoy yo en medio de ellos” fue el lema del encuentro que se realizó el pasado 10 de julio y que tuvo como puntapié inicial el video “En las alas del Espíritu”, recordando el momento histórico en el que Juan Pablo II llama a todos los Movimientos a la Plaza San Pedro en Pentecostés de 1998.

Los participantes profundizaron el tema “La unidad en la diversidad”, realizando un recorrido histórico con todo lo que han vivido entre 1998 y 2011 mediante este tipo de encuentros de comunión entre los diferentes movimientos. Y los testimonios dados por miembros de cada uno de los Movimientos presentes sobre encuentros, trabajos, actividades, realizados entre dos o más Movimientos en estos doce años marcaron un momento importante.

La misa concelebrada por Monseñor Radrizzani, los sacerdotes Víctor Roncatti y Guillermo Curti se vivió como una fiesta de la Iglesia con sus hermanos unidos en la Eucaristía.

Allí, Radrizzani manifestó que “Dios mira la humanidad y envía un carisma. Es Dios que ante situaciones extremas envía a la humanidad una respuesta: un carisma. así paso siempre en la Iglesia. El Espíritu Santo se avecina y da carismas para una nueva evangelización, nuevos métodos, nuevo ardor y en el seno de la Trinidad suscita los Movimientos y se da el encuentro con la persona de Cristo”.

Llamó a “Intensificar la caridad… Lo que tienen ustedes es una gracia, pero no para sentirnos más que nadie. Somos humildes servidores de nuestros hermanos, nos consideramos servidores por la causa de Cristo…”

“Amar el Movimiento del otro: ¿vos de la Legión de María amas a los de Cursillos?, ¿vos de Cursillos amas a los de la Legión de María?, la Renovación ama al de Cursillos y así entre todos. Amar a los demás con el cariño que amamos a nuestro Movimiento”.

“No sólo unidos, sino colaborar a que cada Movimiento crezca. Se darán comunidades vivas como la semilla que cae en tierra buena”. Y reiteró: “Yo sueño con que cada Movimiento crezca y para quien organizó esta Jornada digo: hagamos una misa al aire libre y que seamos tantos que ningún templo o casa nos pueda cobijar. El fuego se enciende y la comunidad se transforma y van a invadir los templos”.

“En un libro de Messori el actual Papa decía: ‘El futuro del cristianismo está en los Movimientos’. O sea, somos y tenemos perspectiva de futuro, lo tendremos por el ardor, por el amor a Cristo y el cristianismo vivido con ardor contagia”.

Posteriormente se realizó un bloque de preguntas, respuestas y propuestas para continuar en este camino de unidad y Monseñor Radrizzani puntualizó tres cosas:

– Ser agradecidos a Dios por la gracia de estar en la Iglesia y de haber correspondido a esta gracia. Dios es amor y esto debemos dar.

– Ser fieles al carisma de cada fundador, seguir su camino, formarnos.

– Y una vez más propuso: “La comunión entre Movimientos como una premisa: Debemos alimentarnos un Movimiento al otro. Si mi Movimiento crece y estoy en comunión con el otro Movimiento hago crecer al otro. Tenemos un capital inimaginable en la Madre Iglesia para nutrirnos unos carismas de otros, Santa Teresa, Teresita de Lisiuex, Charles de Foucold, Kentenich y tantos otros… Todo lo que haga crecer la comunión es positivo… Hagan todo lo que puedan!…Tenemos que respetar la especificidad de cada Movimiento, acercarnos con respeto al otro…”

“…No enfoquen la vida para combatir el mal, sino para proclamar el bien. Busquen el bien, no se dejen llevar por los pecados capitales: el poder, el placer y el tener, proclamen la fe, la locura de Cristo, y ésta es la Misión ¿porque somos discípulos? Es porque Cristo nos ha fascinado, porque me encontré con El, esto debemos dar, no una ideología sino dar a conocer a Cristo. La propuesta: dar la vida por los demás”.

La constante en esta Jornada fue el clima de alegría, de hermanos que se encuentran y son “una sola alma y un solo corazón”.

La impresión de todos los participantes llegando al final del encuentro fue que este 10 de julio 2011 marcó una etapa nueva en el camino de unidad entre Movimientos y Nuevas Comunidades. En plena sintonía espiritual y concreta con la Misión

Con la bendición y la invocación a María de Lujan de Monseñor Radrizzani cerró esta Jornada que comenzó con sol y finalizó en el gozo por vivir juntos lo que Jesús prometió y que fue el lema del día: “Donde hay dos o tres reunidos en mi nombre, Yo estoy en medio de ellos”.