social

 

“Ningún indigente en nuestra comunidad”

Los que se encuentran en dificultades económicas, los destinatarios de una parte de las utilidades, no son considerados como “asistidos” o “beneficiarios” de la empresa. Son miembros esenciales del proyecto dentro del cual donan a los demás sus necesidades. También ellos viven la cultura del dar. De hecho, mucho renuncian a la ayuda que reciben apenas han recuperado un mínimo de independencia económica.

En la economía de comunión, en efecto, el énfasis no se pone sobre la filantropía de algunos, sino mas bien sobre la co-participacion, donde cada uno da y recibe, con pareja dignidad.

Cartas del Mundo:

La madre de seis hijos, que fue ayudada a rehacer los pasaportes perdidos durante la fuga del Congo y ahora emigrada al Canada envia una carta conteniendo algunos dolares, en la que expresa la alegria de haber podido arreglarse con la familia y dice: “ les mando estos pocos dolares para decirles que ahora trabajo y puedo poner en comun lo poco que tengo” Africa.-

Dar y recibir fruto del amor.

Cuando la mamá perdio el trabajo nosotras dos hermanas no hubieramos podido ir a la escuela y cuando se nos propuso una ayuda dudabamos pensando que tal vez habia alguien mas necesitado que nosotros y nos parecia humillante recibir en vez de dar, como habiamos hecho antes. Pero comprendimos que hacemos parte de una familia en la que el dar y el recibir son fruto del amor reciproco. Filipinas

“Mi papá es ingeniero jubilado, pero dado que su pension es de 4 dolares al mes trata de ganar algo haciendo de zapatero. Mi mamá tambien trabaja y yo cuando regreso de la escuela la ayuda a cuidar 10 niños. A menudo me parece que todo este trabajo y sacrificio es inútil porque no logramos salir de esta condición de pobreza y a veces me deprimo. Le pedí a Jesús encontrar una solución e inesperadamente he recibido una ayuda, me he sentido profundamente amada por El y por esos hermanos que sin saberlo me han devuelto la felicidad “ Méjico

“Hace 10 años vinimos a la ciudad en busca de trabajo y de mejores condiciones de vida, pero si no hubiese sido por la ayuda que nos ha sostenido, hubiésemos padecido hambre. Ahora mi marido ha encontrado trabajo y queremos darle un enorme gracias a Dios por este don. A hora nuestra gran felicidad es la de poder dar algo de lo nuestro a alguien que se encuentre en necesidad como estábamos nosotros. Brasil