Movimiento de los Focolares
Italia conmemora a Chiara Lubich

Italia conmemora a Chiara Lubich

20150312_pom_2220-03¿Existe “una política que valga la pena”, en un momento histórico en el que la política se encuentra en plena crisis, a menudo identificada con el poder corrupto o con intereses particulares?

Se habló de esto en la tarde del 12 de marzo, en el marco del primero de los numerosos eventos mundiales que se llevarán a cabo en ocasión del 7° aniversario del fallecimiento de Chiara Lubich (1920-2008). «Su fe sencilla y fuerte – afirma en su mensaje Sergio Mattarella, presidente de la República Italiana –, unida a una extraordinaria capacidad de comprender la modernidad aceptando los desafíos que ésta plantea, inspira la vida de millares de personas en todo el mundo, exhortando constantemente a instituciones nacionales e internacionales a promover los valores de la fraternidad y el respeto recíproco a favor del diálogo en la familia, en la comunidad, entre los pueblos».

20150312_pom_2378-04Movimiento de los Focolares, comprometerse en política significaba responder a una vocación: «El amor de los amores», como la definió. En otras palabras se trata de un llamado, cuya respuesta «es antes que nada un acto de fraternidad. Se actúa por algo que es público, que se refiere a los demás, persiguiendo su bien como si fuera el propio». María Voce, presidente de los Focolares, inaugurando las sesiones del seminario “Chiara Lubich: la unidad y la política”, afirmó que para este fin «es indispensable partir precisamente de la unidad, la única que puede dar el justo relieve a la libertad y a la igualdad».

20150312_pom_2523-05¿Qué significa vivir la fraternidad universal en un ambiente tan delicado? Lo testimonió Iole Mucciconi, quien desempeña un papel directivo en la Presidencia del Consejo de Ministros: «Es importante comprometerse cada mañana a hacer bien el propio trabajo hasta el fondo. Tengo siempre presentes los consejos de Chiara Lubich para vivir la fraternidad: apuntar a la honestidad de la vida, a la pureza de las costumbres, al desapego del dinero y al compartir alegrías y dolores con los hermanos».

20150312_pom_2498-06El problema de la corrupción que, lamentablemente, permea el Estado, es muy sentido también por Raffaele Scamardì, secretario de Obras Públicas en el XII Municipio de Roma, en un momento en el que los magistrados y la fuerza pública están tratando de desarticular la red mafiosa que ha atrapado a Roma Capital. «Sin embargo, una política para los demás es posible, arreglando una calle en mal estado, escuchando a los ciudadanos y su necesidad de legalidad y trabajando con una transparencia que mantenga lejos la corrupción».

Lo confirma también Dieudonné Upira Sunguma, quien fue ministro de la Función pública de la República Democrática de Congo y que, en el transcurso de su mandato, se encontró en la necesidad de rechazar los regalos de quienes querían corromperlo.

Los jóvenes de los Focolares en el Parlamento: la tragedia de los refugiados sirios en Líbano y Jordania irrumpe, por la mañana, en el aula parlamentaria a través de las palabras de Lara y George: directas, sencillas, llenas de confianza, como es quien tiene veinte años. La guerra que destroza Siria tiene el tinte de un drama. Abraham, en cambio, arrastra la tragedia de un país desgarrado por el narcotráfico, México. La celebración del 7°aniversario de Chiara Lubich tiene las características del compromiso y en efecto en lugares de frontera, vividos políticamente por los más de 300 jóvenes de los Focolares que se dieron cita en Roma, para mostrar acciones de diálogo, solidaridad, paz, que inciden en el planeta trasversalmente.

La presidenta de la Cámara de los diputados, Laura Boldrini, interpelada sobre el rol de la política en la resolución de conflictos y en la tutela de los derechos, agradece por el valor de «acortar las distancias entre instituciones y ciudadanos» y pide «que no le crean a los que quieren cambiar el ADN de nuestro pueblo hecho de acogida y solidaridad» y además anima a los jóvenes para que se pongan «a disposición de la función pública con generosidad, para influenciar en las decisiones y las opciones», dando un servicio al país sin reducirse a las contraposiciones y a la lógica del enemigo porque «en los valores de Chiara Lubich hay una visión de sociedad y ésta es política, que no contempla hacerse a un lado».

El diálogo que surge después se abre a los temas de las heridas de nuestro tiempo: la relación con el mundo musulmán, las guerras y las epidemias africanas, las calamidades naturales del sureste asiático. El politólogo Pasquale Ferrara afirma que «el diálogo no es el arma de los débiles» y el economista Luigino Bruni, a propósito de las enormes desigualdades sociales, recuerda que «la felicidad más importante no es la nuestra sino la de los demás y por lo tanto es útil comprometernos con creatividad para resolver los problemas, encontrar los bienes que se necesitan y juntarse para hacer cosas nuevas».

Según Paolo Frizzi, el sentido comunitario de los proyectos que los jóvenes de los Focolares han puesto en marcha y que son monitoreados por el Observatorio de la fraternidad previsto por el United world project, expresa la «perspectiva antropológica y civil del carisma de la unidad que es capaz de forjar una humanidad nueva en grado de compartir acciones de vida a partir también de las diferencias, para construir cosas duraderas con el horizonte del mundo». En síntesis, “La fraternidad en camino”, título elegido para la manifestación, aspira a pasos concretos y comunes por parte de la política y de los ciudadanos.

 

 

Proyecto “Compartiendo”

Proyecto “Compartiendo”

20150313-02“La ‘Red Compartiendo’ quiere ser una iniciativa concreta e inmediata dirigida a muchas personas en dificultad por la situación de crisis económica en la que vivimos”. Empieza así el texto que ilustra el proyecto que puso en marcha la iniciativa el pasado mes de mayo.

Chiara Lubich y el primer núcleo de los Focolares nacientes, en los años ’40, usaba el término “fagotto”, que en italiano recuerda la recolección de las pocas y pobres cosas en un pañuelo y es por lo tanto sinónimo de pobreza. Esa palaba asumió el significado de compartir, donar y redistribuir los bienes materiales. Nació así una praxis que consiste en privarse libremente de lo que sobra y a veces de lo que se cree necesario, pero que se puede compartir y donarlo a quienes se encuentran en necesidad.

Éstas son las raíces del proyectó que se desarrolla en el Polo Lionello Bonfanti, cerca de Loppiano, lugar que se convirtió en punto de encuentro entre quienes tienen bienes para compartir y quienes tienen necesidad. «Ya pasaron aproximadamente 3.000 personas – cuentan Roberta Menichetti y Araceli Bigoni, miembros del equipo que coordina la iniciativa -, sobre todo familias que residen en el territorio. Hasta hoy han sido millares las prendas de vestir, los objetos para la casa, los libros, los pequeños utensilios, los juguetes, y también los bienes inmateriales como el tiempo, los talentos y la disponibilidad, que llegaron aquí y se fueron con sus nuevos dueños».

20150313-01«No es una casualidad el hecho de que sea el Polo Lionello Bonfanti donde reside la iniciativa – remarca Eva Gullo, presidente de EdiC spa, sociedad que administra el Polo -. Este espacio es ‘casa’ de todos los componentes de la Economía de Comunión y por lo tanto tiene entre sus finalidades la de difundir “la cultura del dar”, es decir la posibilidad de contribuir al bienestar social a partir de sí mismos».

Hay muchas historias de generosidad que han surgido de esta iniciativa. Como la de una familia alojada en los locales parroquiales de un pueblito aledaño, que, habiendo recibido la posibilidad de trasladarse a un pequeño apartamento, encontró en el Polo lo necesario para amueblar la casa. La red de amigos organizó también el flete y los ayudó a montar los muebles sin costo alguno.

Conceptos como “providencia” y “confianza” son elementos insustituibles de esta experiencia: como esa tarde en la que, apenas una familia había retirado del Polo una cuna para su recién nacido, justo llegó una solicitud para el mismo artículo. ¡No pasó ni siquiera media hora que ya llegó otra cuna!

El proyecto “Red compartiendo” ganó el concurso “Emprender en lo social”, creado por la Fundación Católica Seguros para la sección “Nuevas pobrezas” que proporciona fondos a entes que se ocupan de proyectos de ayuda a los indigentes. Los fondos se utilizarán para equipar en forma más funcional los locales.

De la experiencia de poner en práctica el compartir y el donar, nacieron también momentos de reflexión acerca de temas como el consumo, el capital social y la confianza, con expertos calificados, y también cursos de formación, sobre modelos económicos que ponen en el centro al ser humano y su dignidad. Entrando en el local se encuentra una “cajita para las contribuciones” a disposición de quienes quieran dejar unos euros a cambio de lo que consiguieron. El contenido de la cajita permitió cubrir los gastos del seguro de los locales y a veces, las primeras necesidades de alguno.

Fuente: Loppiano online