Para que tuviéramos la Luz

Cuando Chiara Lubich hablaba de sufrimiento y de dolor no se limitaba a un concepto filosófico, psicológico o espiritual, sino que mantenía siempre la mirada dirigida a quien le gustaba llamar "el Esposo de su alma":  Jesús en el momento en que en la cruz experimentó el abandono del Padre: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?". (Mt 27,46). En su íntima y misteriosa relación con Él encontró la fuerza para aceptar todo dolor y transformarlo en amor. ... Read More