Evangelio vivido: “Señor, tú eres mi bien, no hay nada superior a ti” (Salmo 16, 2)
Poner a Dios en el centro y asegurarnos de no vacilar. Vivir plenamente lo que este salmo expresa es el consuelo más grande que uno pueda recibir: sentirse conducido y saber, en lo profundo del corazón, que sólo él hace bien todas las cosas. ... Read More