Una ola excepcional de lluvias monzónicas, cinco veces superior a la media, ha generado una de las inundaciones más desastrosas de Pakistán en las últimas décadas. Una verdadera catástrofe que, a pesar de las enormes dificultades, no ha frenado el deseo de muchas personas sobre el terreno de actuar concretamente por el prójimo. También se inició una recaudación de fondos por parte de la Coordinación de Emergencia del Movimiento de los Focolares.

Lo que Pakistán está viviendo hoy es una verdadera emergencia humanitaria y sanitaria. Las lluvias monzónicas, también provocadas por el cambio climático, que comenzaron a producirse a mediados de junio de 2022, han puesto de rodillas a un tercio del país.  Unas 33 millones de personas, el 15% de toda la población, han sido desplazadas, más de 1.500 personas han muerto y más de 700.000 hogares han sido destruidos. El peligro de enfermedades como la fiebre tifoidea, el cólera y el dengue crece día a día, y las necesidades son cada vez más urgentes.

La megalópolis de Karachi, uno de los lugares donde la realidad del Movimiento de los Focolares está presente desde hace tiempo, no se ha visto tan afectada como otros centros, a los que ya es difícil llegar en condiciones normales, como las provincias de Sind, el sur de Punjab y Baluchistán; sin embargo, “los desplazados también están llegando aquí y nos estamos moviendo para organizar la ayuda en los campos de acogida”, dicen algunos miembros de los Focolares. Además, muchos de los Focolares, de distintas edades y vocaciones, hacen todo lo posible para responder como comunidad necesidades más inminentes, algunos incluso abriendo las puertas de sus casas si es necesario, como ocurrió con Abid, un joven padre de familia, que acogió a dieciséis musulmanes que lo habían perdido todo en el primer piso de su casa.

La ciudad más grande afectada por estas inundaciones es Hyderabad. Matthew, un Gen, es decir, uno de los jóvenes del Movimiento local de los Focolares, escribe: “Ahora la situación en el centro de la ciudad es segura, pero los barrios cercanos al río Indo siguen en peligro y algunas partes han sido evacuadas. Las próximas dos semanas serán muy difíciles”.

En estos días, el miedo se mezcla con una conciencia lúcida, generando una fuerza interna e instintiva que mira al otro y, con  coraje renovado, se moviliza y crea redes.

“Como Jóvenes por un Mundo Unido, hace unos meses hemos creado un grupo que se llama “The Spirit of Giving” (El espíritu de dar), somos católicos y de la Iglesia Anglicana de Pakistán, continúa Hanan, el hermano de Mathew, nos reunimos para hacer un plan, para saber qué y cómo ayudar. Se podría pensar que no podemos hacer mucho o que es muy poco, pero nos hemos dicho que cada uno puede dar algo, que debemos mover los corazones”.

Y así es como estos jóvenes, llamando a todas las puertas de su barrio, entrando en las tiendas, recaudaron unas 5.000 rupias, mientras que otras 2.000 rupias llegaron providencialmente en respuesta a un volante compartido en las redes sociales. Un deseo de donación que, partiendo de una experiencia de diálogo, se ha transformado en servicio y acción.

Entre las muchas personas con dificultades no hay que olvidar que en estas zonas uno de los grupos que más riesgo corre son las comunidades  hindúes nómadas: “Las tiendas de nuestras familias estaban en una llanura. Con la inundación, la gente se refugió en una parte elevada del terreno que ahora está rodeada por las aguas, es como si estuvieran en una isla de la que ya no pueden salir”, cuentan algunos jóvenes pertenecientes a estas comunidades.

Agruparse en torno a los afectados y poner en marcha iniciativas de ayuda y apoyo específicas, especialmente allí, donde los recursos para hacerlo son escasos, no es sólo un deseo, sino que parece ser una verdadera prioridad para todos.

En respuesta a todo este dolor, en Karachi, en un barrio bastante pobre de las afueras de la ciudad, un pequeño grupo de Gen se movilizó de inmediato: “Hemos activado un punto de recolección por el que ha pasado mucha gente: algunos han traído víveres, agua o ropa; otros dejaron dinero en una caja colocada en la entrada”, dice Rizwan. “Vi que no había mucha ropa para los niños”, dice Soiana, “así que empecé a coser para ellos, utilizando la tela que me sobraba de mi trabajo”.

Para contribuir a la recaudación de fondos de la Coordinación de Emergencia del Movimiento de los Focolares para Pakistán puedes donar en:

 

Acción por un Mundo Unido ONLUS (AMU) Acción para  Familias Nuevas ONLUS (AFN)
IBAN: IT58S 05018 03200 000011204344

En Banca Popolare Etica

IBAN: IT92J 05018 03200 000016978561

En Banca Popolare Etica

Código SWIFT/BIC: ETICIT22XXX Código SWIFT/BIC: ETICIT22XXX
CAUSA: Emergencia Pakistán
Las contribuciones ingresadas en las dos cuentas corrientes con este motivo serán gestionadas conjuntamente por la AMU y la AFN.

Para tales donaciones se prevén beneficios fiscales en muchos países de la UE y en otros países, según las distintas normativas locales.

Los contribuyentes italianos podrán obtener deducciones y retenciones de sus ingresos, según la normativa de las entidades Onlus, hasta el 10% de sus ingresos y con un límite de 70.000,00 euros al año, excluyendo las donaciones realizadas en efectivo.

Maria Grazia Berretta

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