El viaje a Asia y Oceanía de Margaret Karram y Jesús Morán, presidenta y copresidente del Movimiento de los Focolares, ha llegado a su fin. He aquí algunas noticias sobre lo que han vivido en la última etapa: Indonesia.

Panongan (Indonesia), 17 de mayo de 2023 – Son las 8 de la mañana en la parroquia católica de Sta. Odelia, que dista unas dos horas de Yakarta. Mons. Ignatius Suharyo, cardenal de la capital de Indonesia, invitó a representantes de las fuerzas gubernamentales y de seguridad, del municipio, de los pueblos y a los líderes religiosos musulmanes, budistas e hindúes a presentar a la presidenta y a al copresidente de los Focolares un proyecto social piloto, realizado en amplia sinergia entre todas las fuerzas de la sociedad civil mencionadas, a favor de la ciudad de Tangerang/Banten. Con más de dos millones de habitantes, esta ciudad es la tercera zona más poblada al oeste de Yakartaque, como ya hemos dicho, es la capital de Indonesia y que con todas sus ciudades satélite alcanza casi los 30 millones de habitantes. Es una zona donde hay un gran desarrollo, pero también desigualdades económicas y la población de campesinos es pobre, trabaja en los arrozales, vive de los productos de la tierra y de pequeños criaderos de gallinas, cabras y algunas vacas. Toda esa zona, de abrumadora mayoría musulmana, conforma la parroquia.

El padre Félix Supranto, «Romo Félix» para todos ‒»romo» significa «padre» en bahasa, la lengua oficial del país‒ es el dinámico párroco de Sta. Odelia, con el don de saber unir a la gente. Él hace de anfitrión, junto con muchos feligreses que, a lo largo de los años, ha ido involucrando en diversos proyectos sociales.

«El diálogo que mantenemos aquí con hermanos de distintas religiones es concreto ‒explica el Cardenal‒ y se centra en las necesidades de la gente. Hay necesidad de casas, de desarrollar oportunidades de trabajo, de llevar agua a los pueblos. En todo esto estamos trabajando “juntos”, y es importante que la presidenta y el copresidente de los Focolares hayan venido aquí para ver lo que podría ser un modelo de diálogo también fuera de Indonesia. El lema de nuestro país es ‘unidad en la diversidad’ y expresa muy bien quiénes somos y cómo afrontamos los desafíos».

«Es un honor para nosotros tenerlos aquí» ‒dijo el padre Félix a Margaret Karram y a Jesús Morán‒ para compartir el camino que estamos haciendo. Hasta la fecha hemos construido 12 casas para ayudar a los pobres y este trabajo conjunto es lo que nos hace hermanos, incluso en nuestras diversidades».

La jornada continúa con la visita a una escuela con niños de 6 a 15 años; a varias aldeas donde, gracias a los fondos recaudados, ha sido posible llevar agua, poner en marcha un establo de vacas, rebaños de cabras y cría de bagres, donde el valor añadido es la plena implicación de todos: instituciones y aldeanos. La visita a la Madraza ‒ una escuela islámica‒ es la última cita de este primer día ‘sobre el terreno’ que nos muestra el carácter comunitario y solidario, la verdadera fuerza de este país.

Bhinneka Tunggal Ika Somos diferentes, pero somos uno

Bhinneka Tunggal Ika, «Somos diferentes, pero somos uno» es efectivamente el lema de Indonesia, escrito en el escudo nacional que representa a una antigua deidad, el águila javanesa.

El país de los récords

Con sus 17.000 islas y más de 300 grupos étnicos, cada uno con la riqueza de su vibrante tradición cultural, Indonesia es un país de muchas diversidades. Hoy en día la población se enorgullece de presentarse al mundo como un ejemplo de tolerancia y convivencia entre diferentes culturas y religiones.

Un ejemplo por encima de todos: la mezquita Istiqlal (de la Independencia) en Yakarta es la mayor del sudeste asiático. Está situada justo enfrente de la catedral católica y durante las festividades cristianas más importantes, como la Navidad, la mezquita presta su apoyo facilitando estacionamientos para los fieles cristianos; y sucede a la inversa, durante las festividades islámicas.

En Indonesia está la mayor biodiversidad del planeta, pero la deforestación y explotación de recursos amenazan la conservación de estos entornos naturales con graves repercusiones. La riqueza económica está distribuida de manera desigual y se calcula que 27.000 familias millonarias (0,1% de la población) posean más de la mitad de la riqueza del país.

Aunque no sea fácil obtener estadísticas precisas, se calcula que la población actual es de 273 millones de habitantes, que lo convierte en el cuarto país más poblado del mundo. Es el país con mayor población musulmana del mundo (86,1%); los cristianos de diversas Iglesias representan el 10,53% y la afiliación religiosa se registra en el documento de identidad.

Los focolarinos en el Sudeste Asiático y en Pakistán

Yakarta, 19 de mayo de 2023 – Mirando a los focolarinos y focolarinas presentes en el sudeste asiático y en Pakistán, que han llegado a Yakarta para reunirse con Margaret Karram y Jesús Morán, resalta todo el potencial del continente asiático; o sea, el encuentro posible entre pueblos y culturas muy diferentes: desde Tailandia a Myanmar, de Vietnam a Indonesia, a Singapur y a Malasia. Muchos están conectados a través de Internet, como los focolares de Pakistán, pero la distancia no impide una profunda comunión en la que emergen tanto los desafíos de la inculturación en cada país, como la fuerza de la unidad, capaz de llegar a los ámbitos más diversos.

La atención fue máxima durante la sesión de preguntas y respuestas con Margaret Karram, Jesús Morán, Rita Moussallem y Antonio Salimbeni (responsables estos últimos del Diálogo Interreligioso de los Focolares). Las focolarinas de Ho Chi Minh (Vietnam) preguntan cómo difundir la espiritualidad de la unidad en estos tiempos en los que es difícil suscitar el interés en la gente, especialmente en los jóvenes. «En este viaje a Asia y Oceanía ‒explica Margaret‒ me he dado cuenta de que el modo utilizado hasta ahora para ofrecer la espiritualidad de la unidad, debe cambiar, porque la sociedad ha cambiado. Todos vivimos tan ‘conectados’ unos con otros que tenemos que encontrar la manera de presentar las distintas vocaciones, no cada una por su lado, sino unas junto a otras, quizá cuando nos reunamos como comunidad del Movimiento a nivel local; entonces será Dios quien hable al corazón de cada uno, quien llame por los distintos caminos.  Veo que la atención personal es lo que toca el corazón de las personas, y el construir relaciones verdaderas, llenas de amor desinteresado. Deben encontrar en cada uno de nosotros a un hermano, una hermana, un amigo. Solo cuando hayamos construido una relación, podremos invitarlos a conocer la espiritualidad de los Focolares».

Luego continúa Jesús en la misma línea: «A veces nos parece que no tenemos los métodos adecuados para que las personas se interesen por la espiritualidad de la unidad, pero cuidado con ceder a la tentación de adaptarnos a la corriente del mundo para ser aceptados a toda costa. Tenemos que estar en el mundo, porque es hermoso, Dios lo creó. Pero tenemos que sentir el contraste con el mundo; es cristiano experimentarlo, porque pertenecemos a una verdad, la de Cristo, que va más allá del mundo».

El diálogo como estilo de vida

Yakarta, 20 de mayo – Yogyakarta, 21 de mayo de 2023

«Desde febrero de 2021, nuestra vida en Myanmar cambió por completo. Mi región es donde el conflicto es más grave. Nadie debería oír las explosiones de la artillería y los bombardeos aéreos, no es humano. Arraigados en Dios y centrados en vivir el presente ‒porque no sabemos si estaremos allí mañana‒, seguimos llevando a nuestra gente amor y nuevas esperanzas. Cada día comprendo mejor la invitación de Jesús: “Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos” (Jn 15,13)».

Quien habla es Gennie, birmana, que trabaja en una agencia humanitaria que se ocupa de los desplazados que, desde el golpe de Estado, superan el millón. El suyo es uno de los testimonios que, en el foro «El diálogo como forma de vida», presentó la vida y los desafíos de las comunidades de los Focolares en el sudeste asiático; dicho foro se celebró en colaboración con la Universidad Católica de Yakarta «Atma Jaya».

Asistieron unas 290 personas procedentes de diversas partes de Indonesia, así como de varios países del sudeste asiático. Otras 300 se conectaron en directo desde Pakistán y otros países.

Al centro de los testimonios narrados está la cultura del diálogo que se vive en estas tierras sobre la base cotidiana, convirtiéndose en un estilo de vida, también económico, como cuenta Lawrence Chong de Singapur. Desde el 2004 dirige una empresa de consultoría de gestión con otros dos socios, un metodista y un musulmán, según los principios de la Economía de Comunión. «Hoy estamos presentes en 23 países y nuestro trabajo consiste en provocar un cambio, incidir en el sistema económico y mejorarlo, basándonos en los principios de la interdependencia y el amor mutuo…”.

Tras la fiesta en la que los diferentes pueblos presentes abrieron sus puertas a la gran riqueza cultural y variedad de tradiciones, Margaret Karram y Jesús Morán respondieron a algunas preguntas y compartieron sus primeras impresiones sobre este viaje. «Asia es el continente donde sale el sol, mientras que nosotros venimos de Europa, donde el sol se pone ‒dice Jesús‒. En Asia y Oceanía hemos encontrado una Iglesia muy viva, y la presencia de diferentes religiones; nos hemos visto inmersos en esa luz que hemos encontrado en la profunda humanidad de las personas, y nos ha llenado de una gran esperanza para la Iglesia, para la Obra de María. Esta esperanza no defraudará si estos pueblos se mantienen fieles a sí mismos. Lógicamente, también hemos visto los problemas: pobreza, conflictos, guerras. Por tanto, es cierto que el sol está surgiendo en estas tierras, pero también tenemos ante nosotros un gran desafío: que el Evangelio sea también portador de un mensaje de liberación para estos pueblos».

El Nuncio Apostólico, Mons. Piero Pioppo, que celebró la Santa Misa, desea que la palabra de la unidad y de la comunión florezca y se difunda en este mundo tan necesitado de ella.

Las raíces del Movimiento en Indonesia

También en Yogyakarta, Margaret y Jesús fueron recibidos por la comunidad de los Focolares con la tradicional danza de bienvenida. El encuentro con ellos fue un viaje a la riquísima cultura y tradiciones javanesas y una ocasión para conocer las raíces y el desarrollo del Movimiento en Indonesia.  Aquí, después de realizar varios viajes desde Filipinas a partir de finales de los años ‘80, el focolar llegó a Medan en 2004. Pero nadie olvidará nunca 2006, el año del terrible terremoto que se cobró miles de vidas, con epicentro en la isla de Java, en la región de Yogyakarta, donde ahora se encuentra el focolar. Bapak Totok, uno de los animadores de la comunidad local, cuenta cómo el Movimiento de los Focolares, junto con la población local, se arremangó para ayudar a construir 22 «Pendopo» (centros comunitarios en otras muchas aldeas) y un proyecto social. Fueron un signo de paz y unidad también entre personas de distintas confesiones religiosas.

Università islámica Sunan Kalijaga: en diálogo para promover la fraternidad

Yogyakarta, 22 de mayo de 2023 ‒ Con sus 20.000 estudiantes, la universidad «Sunan Kalijaga» es un importante centro académico nacional de estudios islámicos; desde 2005 cuenta también con un Centro Cultural para el Diálogo Interreligioso.

Ante 160 estudiantes, profesores y miembros de la comunidad local de los Focolares, Margaret Karram, junto con Rita Moussallem y Antonio Salimbeni, participan en el Seminario “En diálogo para promover la fraternidad”. Un tema que resuena de manera muy especial aquí, donde el diálogo “sale” de las aulas universitarias o de los foros de estudio, puesto que es al mismo tiempo el reto y fundamento de la sociedad de Indonesia. “La presencia de los líderes del Movimiento de los Focolares es importante ‒explica la profesora Inayah Rohmaniyah‒ porque nos permite dar un paso más: no mirar solo a Indonesia, sino convertirnos juntos en constructores de un mundo renovado por los valores de la fraternidad que estamos viviendo hoy aquí”.

Las preguntas de los estudiantes se centran en la estrategia del diálogo para combinar las diversidades culturales y religiosas incluso en situaciones de conflicto social.

«A veces hablamos mucho de las dificultades y poco de las riquezas que contienen estas diversidades ‒responde Antonio Salimbeni‒. En primer lugar, somos seres humanos, hermanos y hermanas, por eso es importante estar abiertos, comprender la religión del otro desde su perspectiva; intentar pensar así como piensa un musulmán, como piensa un hindú, ver el mundo como lo ve el otro».

El viaje termina, pero un mundo se abre

45 días de viaje, 5 países visitados, varios miles de personas visitadas ‒1.500 solo en la última etapa en Indonesia. Después de haber conocido pueblos y culturas muy diferentes; de haber visto los desafíos, pero también la vitalidad de la Iglesia en los países donde el cristianismo es minoritario; de haber visto el diálogo cotidiano entre personas de diferentes religiones, capaz de dar respuestas concretas a los problemas sociales y económicos de los pueblos; de haber compartido la vida de las comunidades de los Focolares en este fragmento del mundo, llega a su fin el primer viaje oficial de Margaret Karram y Jesús Morán a Asia y Oceanía.

No es fácil hacer una evaluación tan rápidamente, pero la pregunta llega en el momento oportuno. Margaret comparte algunas impresiones de las últimas reuniones públicas: «Siento firmemente que Dios está pidiendo al Movimiento, especialmente en Asia pero también en todo el mundo, que dé un paso importante. El diálogo debe convertirse en nuestro estilo de vida, nuestra forma de actuar en todo momento. No podemos seguir haciendo como antes, ocupándonos solo de nuestro Movimiento y haciendo nuestras actividades. Ha llegado el momento de salir, de trabajar con otras organizaciones, con personas de diferentes religiones, como ya hacemos aquí. Entonces ¡corramos, no hay tiempo que perder!

Este viaje me ha confirmado una vez más que la unidad y la paz en el mundo son posibles. A veces, observando el mundo de hoy, con las guerras, las injusticias, me surgían dudas. Pero en todos los países que hemos visitado, he conocido a muchas personas que se esfuerzan en realizar una sociedad diferente, en construir puentes, incluso con grandes sacrificios. Son ellas las que me han dado la certeza de que juntos podemos marcar la diferencia y dar nuestro aporte».

Stefania Tanesini

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