Recientemente se ha inaugurado una Capilla Ecuménica en el Centro Educativo Fiore (CEF), situado en Mixco (Guatemala). Sus directores, Maresa Ramírez y Luis Martínez, nos cuentan cómo surgió la idea coincidiendo con Pentecostés, cuando se celebra la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos en el hemisferio sur.

«No nos centramos solo en una confesión cristiana, sino que buscamos lo que nos une dentro del cristianismo. Por eso nuestra capilla es ecuménica, no queremos que nadie se sienta fuera de la familia de nuestro Centro Educativo, queremos incluirnos unos a otros».  Con estas palabras Maresa Ramírez explica el objetivo de la nueva capilla ecuménica construida en el Centro Educativo Fiore (CEF), situado en Mixco (Guatemala), del que es directora general junto con Luis Martínez, que es el director administrativo.

Desde hace 10 años, el Centro acoge a niños de diferentes confesiones cristianas y, a raíz de la pandemia, el número ha aumentado progresivamente. La capilla forma parte del plan de estudios de la escuela, que se basa en un proceso educativo, físico-emocional y espiritual. La capilla tiene varios elementos que buscan crear una relación con Dios, teniendo en cuenta la edad de los niños que asisten a la escuela. Luis Martínez nos cuenta: «El diseño de la capilla incluye procesos lúdicos, utilizando juegos para acercar a los niños a Dios y tener una relación con Él. Por ejemplo, hemos colocado tubos que van desde la entrada de la capilla hacia la Cruz, para que el niño, si siente la necesidad, pueda enviar un mensaje secreto a Jesús. Luego, las nubes sirven para crear la atmósfera del cielo, porque relacionamos a Dios con el cielo. Cuando los niños entran en este lugar se crea inmediatamente una relación divertida y al mismo tiempo seria».

La escuela ofrece a los niños este espacio al que pueden llegar cuando sienten la necesidad de pasar un momento con Dios. En la asignatura de Educación en la Fe y Valores, los niños practican la papiroflexia para escribir sus actos de amor y ponerlos allí, ofreciéndoselos a Jesús, «basándonos en lo que Chiara Lubich enseñó a los niños: después de hacer un acto de amor, haciendo un paquetito y alzarlo al Cielo».

La colaboración fue fundamental para el momento de inauguración, ya que el diálogo entre el Movimiento de los Focolares en Guatemala y el Consejo Ecuménico Cristiano de Guatemala es amplio. «Construimos una relación con cada uno de ellos, en particular con el Obispo católico, Monseñor Valenzuela. Hablando con él, nos dimos cuenta de lo importante que es la presencia de esta capilla, porque en la realidad ecuménica guatemalteca, el diálogo es algo necesario», dice Luis Martínez. De estos contactos basados en la fraternidad se unieron personas de siete iglesias cristianas, y unas 25 personas asistieron a la inauguración de la capilla.

El programa de la inauguración fue organizado entre el Centro Educativo Fiore y Monseñor Valenzuela e incluyó salmos, lectura de la Palabra y diversas oraciones de bendición y alabanza. Los alumnos participaron recitando una oración por la paz. “Fue un momento muy bonito -concluye la directora-. Algunos participantes nos decían que los niños están en el centro de nuestra educación y que somos la primera escuela del país en tener una capilla ecuménica».

Diego Santizo

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