Movimiento de los Focolares

Me vendí al mundo hasta tocar el fondo. Encontré las fuerzas para recomenzar

Oct 13, 2009

En una manifestación de centenares de jóvenes en Argentina, un muchacho italiano cuenta sobre su compromiso de “perseverar”

Nací y crecí en una familia que se siempre se esforzó en transmitirme valores cristianos, basados en el respeto y atención hacia los demás, sin distinciones. Valores que considero universales. Desde chico mantuve el propósito de vivir de este modo, ya sea con mi equipo de fútbol, o en el colegio o con mis amigos. Siempre me esforcé en ir contra la corriente, o sea, tratar de no dejarme arrastrar por todo lo que el mundo me proponía. De hecho, en Europa, de donde provengo, la sociedad se basa sobre todo en el materialismo y es mucho más importante tener y aparentar que “ser”. Pero llegué a un momento de mi vida en el que la felicidad de un momento y los placeres pasajeros me hicieron perder el rumbo. En síntesis, me vendí al mundo. Quería conocer todo lo que hasta ese momento yo había considerado el camino más simple y, al mismo tiempo, más vacío. Así comenzó un nueva fase de mi vida, donde el respeto hacia las personas y también hacia Dios ya no tenia valor. Experimenté cosas que me satisfacían por un tiempo, pero luego me invadía un gran vacío interior, una gran soledad. De este modo llegué hasta el fondo del pozo. Más de una vez decidí recomenzar y volver a mis orígenes, reencontrarme con los valores en los cuales siempre había creído  y que estaban enterrados bajo muchas cosas vanas. Ahora, en esta ciudadela donde convivo con jóvenes de todo el mundo, estoy haciendo una experiencia muy linda. Estoy descubriendo cosas que no conocía, gracias a las personas que me rodean. Descubro en el hermano un camino para crecer, un espejo donde reflejarme. Estoy buscando y encontrando el amor puro, sin otros intereses, un amor que nace del alma, sin prejuicios. Este amor, que tiene raíces en el Evangelio vivido, me lleva a desapegarme de las cosas pasajeras, y es un camino hacia la verdadera libertad. Un camino que me conduce hacia Dios, junto a los demás. (J. – Italia)

___

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Suscríbete a la Newsletter

Pensamiento del día

Artículos relacionados

En la misma barca: un viaje hacia la paz

En la misma barca: un viaje hacia la paz

8 meses de navegación, 30 puertos y 200 jóvenes. Tras zarpar en marzo de 2025 de Barcelona (España), el buque-escuela por la paz “Bel Espoir” prosigue su viaje que terminará en octubre, uniendo las cinco orillas del Mediterráneo. A bordo, se alternarán ocho grupos de veinticinco jóvenes de distintas nacionalidades, culturas y religiones que, animados por el deseo común de construir un mundo mejor, convivirán conociéndose, entre debates y experiencias personales, abordando nuevos temas en cada escala. Entre ellos también una veintena de chicos y chicas, entre jóvenes embajadores de Paz de Living Peace y jóvenes del Movimiento de los Focolares. Berhta (Líbano), implicada en el proyecto MediterraNEW, que trabaja por la educación de los jóvenes del Mediterráneo, principalmente inmigrantes, nos cuenta su experiencia.

Argentina: compromiso con el diálogo intercultural con los pueblos originarios

Argentina: compromiso con el diálogo intercultural con los pueblos originarios

Agustín y Patricia y sus dos hijos son una familia argentina. Tras un curso en Sophia ALC, la sede latinoamericana del Instituto Universitario con sede en la ciudadela internacional de Loppiano (Italia), fueron en busca de sus raíces entre los pueblos originarios y nació un fuerte compromiso por el diálogo intercultural.