Conectar los sueños, difundir una cultura. Se trata éste de un título programático, que eligieron para la Escuela Interamericana de Economía de Comunión que se desarrolló del 26 al 31 de octubre en la Mariápolis Ginetta (San Pablo – Brasil), el lugar que, en 1991, vio nacer de la inspiración de Chiara Lubich, el proyecto de la EdC. Fueron 60 los jóvenes participantes, provenientes de Paraguay, Argentina, México, Guatemala, Cuba, Colombia, Bolivia y Brasil. Los jóvenes dieron su decidida adhesión a aventurarse en el mundo empresarial según los principios innovadores presentados por la fundadora de los Focolares cuando nació el proyecto. Para sostener la realización de los sueños y proyectos, los empresarios presentes declararon su plena disponibilidad a acompañar con su experiencia este camino, nada fácil, que los jóvenes pretenden emprender. La propuesta fue acogida con entusiasmo. Durante la conclusión de la escuela, cada estudiante recibió de su asesor el certificado de participación. Nació así una nueva experiencia de comunión que fue llamada “Operación uno por uno”. Maria Clézia Pinto, responsable de los proyectos de la Anpecom (asociación que coordina las distintas iniciativas de la Economía de Comunión en Brasil) anunció el inicio de un Programa de apoyo económico dirigido a pequeñas empresas que trabajan en situaciones de vulnerabilidad social, ofrecen productos alimenticios o servicios a favor de la educación, la salud y la vivienda e iniciativas dirigidas al desarrollo humano o social a favor de la clases media baja, baja y las más indigentes. Se trata de un programa inspirado en iniciativas ya en curso en otras áreas del mundo, que ofrecen financiamiento y beneficios vinculados con las líneas generales de la EdC.
Dirigiéndose a sus coetáneos, en la invitación, quien trabajó en la preparación de la escuela había escrito: “No nos rendiremos ante las desigualdades y las injusticias sociales”, y lanzó un desafío: “¿Y si esta transformación empezara por tomar conciencia de qué es la pobreza, la economía, el trabajo, las relaciones interpersonales?”. Ha sido sobre estos y otros temas de gran actualidad que se desarrollaron mesas redondas y encuentros de grupo, donde los jóvenes fueron los protagonistas, junto a expertos y a empresarios con años de experiencia. Anouk Grevin, de la Comisión Internacional de la EdC, en su intervención final, dijo confidencialmente, que desde la fase preparatoria había habido una gran expectativa de que la Escuela resultara una especie de laboratorio que pudiera abrir nuevos caminos a la EdC, no sólo en América Latina, sino en el mundo.
Escuchar atentamente, hablar intencionalmente
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