Movimiento de los Focolares

Trento (Italia): el Centro Mariápolis Chiara Lubich cumple 30 años

Ene 23, 2016

Una rica historia fiel a la propia vocación de lugar de encuentro y de formación según la espiritualidad de la unidad nacida del carisma de Chiara Lubich.

«Esta casa construída sobre la roca nos recordará con su nombre (Palabra de Vida) la casa sobre la roca de la que habla Jesús. Llegan vientos y tempestades, pero no se derrumba», dijo Chiara Lubich el 24 de mayo de 1986 inaugurando el Centro Mariápolis de su ciudad natal. 23 de enero de 2016, día de fiesta en el Centro, que hoy lleva su nombre, para recordar treinta años de historia, testimonio, diálogo y comunión, a la luz del carisma de la unidad. El evento se abre con el mensaje de María Voce y un video que recorre estos 30 años di historia. Siguen algunos testimonios de la presencia local del Movimiento en campo civil y eclesial y los saludos del arzobispo de Trento Mons. Luigi Bressan, del alcalde Alessandro Andreatta y de otras autoridades. Después de treinta años, el Centro de Cádine permaneció fiel a la propia vocación, la de ser un lugar de encuentro y de formación para los que desean comprometerse a irradiar la vida del Evangelio y a llevar la presencia de Dios en el mundo con el amor recíproco. Un poco de historia. En los años ‘70 el Movimiento de los Focolares, difundido en la región, advirtió la necesidad de tener un centro di formación. Después de numerosas búsquedas infructuosas, se concentraron en la ciudad de Trento. Enterándose de esta idea, Chiara respondió: «Siempre me lo imaginé allí. Es una ciudad elegida por Dios». Pocos meses después, en el Movimiento se vivía la Palabra de Vida: “Vendan lo que tienen y denlo como limosna”. El deseo de poner en práctica esta Palabra del Evangelio impulsó a Nostra Fadanelli, adherente del Movimiento, a donar 9 hectáreas de bosque, precisamente para la construcción del Centro Mariápolis. El proyecto fue confiado a Carlo Fumagalli, focolarino arquitecto, quien recorrió los pasos de la historia del Movimiento en Trento y en el valle de Primiero, reproduciendo algunos detalles en la arquitectura de la construcción. Se presentó el proyecto al entonces arzobispo de Trento, Mons. Gottardi, quien comentó: «Este debe ser un “monumento” a Chiara Lubich, lógicamente cuando ella estará en el Paraíso. Y sería el mejor monumento si fuera, con respecto a la historia de Trento, una Mariápolis con sabor también ecuménico», remontándose al mandato ecuménico que el Papa Pablo VI entregó a la ciudad de Trento en 1964. Y concluyó: «¡Ustedes tienen esta misión!». Desde ese momento, se desató la generosidad de todos en el Movimiento, cada uno con sus posibilidades y con la creatividad de quienes construyen “su casa”. En octubre de 1980, mientras se llevaban adelante los trámites burocráticos, llegó la noticia que en Roma se estaba buscando una casa para el Centro Mariápolis internacional. Con el consenso de todos, se decidió entonces donar por completo lo que se había recogido hasta el momento, una suma importante que dejó sorprendida a la misma Chiara. Parecía una locura, sin embargo en el momento en el cual estaban listos los permisos para empezar la construcción, llegó una nueva consistente suma, tres veces más de la que se entregó, que hizo experimentar las promesas del Evangelio: “Den y se les dará”. En 1982 se inició la construcción de los espacios comunes: la entrada, las salas de reuniones, la cocina y el comedor. Muchos querían colaborar, dando su tiempo y sus fuerzas, y en el último año unas 800 personas se turnaron contribuyendo en todos los trabajos artesanales, de acabado y mano de obra. Memorable el trabajo de instalación del pavimento en pórfido en la calle y la plazoleta, que se terminó durante la noche anterior a la inauguración. CentroMariapoliChiaraLubichCadine_aEl 24 de mayo de 1986, Chiara misma inauguró el Centro Mariápolis, subrayando su vocación formativa y ecuménica, y titulándolo “Palabra de Vida”. Estaban presentes unas 2.000 personas, entre las cuales los representantes de las iglesias más importantes presentes en Europa. El 24 de enero de 2009, luego de la muerte de Chiara (14/03/2008), el Centro fue titulado a su nombre, en el marco de una ceremonia de gran valor ecuménico, con la presencia de María Voce, sucesora de Chiara como Presidente del Movimiento de los Focolares, y de muchas personalidades civiles y religiosas. En estos 30 años, decenas de miles de personas se hospedaron en el Centro, en la gran mayoría miembros del Movimiento, pero no sólo, dado que éste abrió sus puertas también a encuentros promovidos por la Diócesis, los Movimientos Católicos y otras realidades asociativas laicas del territorio. El Centro hospeda congresos, escuelas de formación, a distintos grupos del Movimiento provenientes de todo el mundo que vienen a Trento y al Valle de Primiero para recorrer la experiencia de los primeros tiempos, cuando todo tuvo inicio. Como a los albores de Movimiento, así hoy el Centro atestigua la urgencia de tener viva una “palestra de diálogo” entre los individuos, los pueblos, las iglesias y las grandes religiones, para dar espacio a la fraternidad.

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