Fue una jornada de fiesta, la que se vivió el 30 de noviembre en la Basílica patriarcal del Fanar, en Estambul, por la celebración solemne de San Andrés apóstol, Patrón del Patriarcado Ecuménico de Constantinopla.
«El intercambio de Delegaciones entre la Iglesia de Roma y la Iglesia de Constantinopla, […] testimonia de forma concreta el cercano vínculo fraterno que nos une. Es una comunión profunda y real, si bien todavía imperfecta, que se fundamenta no sobre razones humanas de cortesía y de conveniencia, sino sobre la fe común en el Señor Jesucristo». Es cuanto escribe en su mensaje el Papa Benedicto XVI a Su Santidad Bartolomé I, evidenciando que la plena comunión es un don de Dios y asegura al Patriarca su unidad de oración y la de todos los fieles católicos.
El Cardenal Kurt Koch, Presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, fue quien guió este año la delegación de la Santa Sede.
El Patriarca, en su discurso, manifestó la importancia de ir adelante como hermanos hacia Cristo, dando los lineamientos para el tipo de camino ecuménico hoy.
Su mensaje no es ni simplista ni tampoco optimista, sino que invita a mirar el camino que hay que recorrer en el presente, leyendo con realismo el pasado y encontrando sinceramente los medios para acercarse. En esta empresa indica como camino principal “el diálogo” que considera el método por excelencia, para que desaparezcan los temores, las sospechas, los prejuicios y que tiene como fin «la comunión eucarística a la que aspiramos todos» Un diálogo que facilite la comprensión recíproca de forma de “acceder a la verdad completa” (Jn 16, 13)
No falta un llamado a ser «samaritanos», estando cerca de la humanidad que sufre hoy de varios modos por culpa de muchas «crisis». Estar cercanos, juntos, para llevar unidos el anuncio de la potencia y de la misericordia del Señor.
Después de haber recordado la emoción aún viva por su asistencia a las celebraciones del 50º aniversario del Concilio Vaticano II que abrió nuevos caminos, y el futuro aniversario de los 1700 años del Edicto de Milán, anunció con alegría que las labores de la preparación del Concilio Panortodoxo están culminando.
El sábado de mañana, 1º de diciembre, el Cardenal Koch, junto con el Metropolita Gennadios de Sassima, se encontraron con algunos representantes de la comunidad católica local y conversaron amenamente sobre el camino ecuménico entre las dos Iglesias hermanas, lanzando desafíos y perspectivas en el recorrido hacia la plena unidad, a 50 años de distancia del Concilio Vaticano II
En la conversación que se produjo, el Metropolita Gennadios hizo notar cómo las prioridades sociales, consecuencia de la crisis, pusieron en segundo plano la importancia del diálogo ecuménico. Su experiencia de veinte años en la comisión teológica mixta, en cambio, le hace entrever un impulso renovado para encontrar juntos soluciones y dar así un común testimonio de vida.
El Cardenal Koch, recordó la imagen de un cuadro que representa el abrazo entre Pedro y Andrés, que se destaca en la sala del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, subrayando que el abrazo entre ambos es señal de Su presencia. Concluyó invitando a rezar por la unidad, recordando que Jesús no la ordenó, sino que se la pidió al Padre como un don.
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