Movimiento de los Focolares

Augsburgo: el desafío lanzado por Chiara Lubich

Oct 11, 2013

A los 25 años del premio por la “paz augustana” otorgado a Chiara Lubich, en Alemania, la ciudadanía se encuentra para realizar un balance sobre el camino recorrido.

El 23 de octubre de 1988 se le otorgó a Chiara Lubich el premio “Por la gran fiesta de la paz augustana”. El 20 de septiembre pasado, 25 años después, se reunieron 250 personas en la sala del prestigioso Centro de la Iglesia luterana de Augsburgo. Estaban presentes muchas personalidades de la vida pública y eclesiástica, amigos que pertenecen a la red de las comunidades cristiana “Juntos por Europa” y miembros del Movimiento de los Focolares. Susana Kasch, decana evangélica-luterana,  ofició como anfitriona del evento. Ella saludó calurosamente a los participantes considerándose “orgullosa porque ustedes  vinieron a nuestra casa”

El objetivo del encuentro: realizar un balance sobre todo lo que ha ocurrido en estos 25 años. “La visión de la fundadora de los Focolares sobre nuestra ciudad ¿fue una profecía?, ¿la experiencia de estos 25 años transcurridos demuestran que, en realidad, se dieron pasos concretos hacia la unidad y la fraternidad universal? Esta es la pregunta central del evento.

En 1988, Chiara Lubich, demostró en su discurso la importancia de Augsburgo como ciudad de la paz y alentó a todos a desarrollar la llamada “paridad augustana” (entre reformados y católicos) para alcanzar  una meta más alta: “la unidad augustana”

Después de una exhaustiva relación del compromiso concreto de los Focolares en el campo social, político y ecuménico, desempeñado en la ciudad de Augsburgo, tomó la palabra el Intendente Dr. Kurt  Gribl. Se expresó de esta forma: “El solo hecho de que ustedes hayan venido aquí para preguntarse sobre  ‘en qué medida’ han respondido a la visión expresada por Chiara Lubich, es un signo de que ella fue un ejemplo… En realidad Chiara Lubich, en 1988, estaba  en la mitad del camino. Más adelante,  en 1996 recibió el premio Unesco por la paz, y en 1998 el premio europeo por los derechos del hombre. Augsburgo supo reconocer y apreciar su talento por la paz. Y se preguntó: “¿Hemos logrado realizar, como era su deseo, una vida social basada en una vida religiosa y cristiana?”

El Intendente hizo una lista de todo lo realizado en la ciudad en los últimos 25 años. Entre las numerosas actividades en  favor de la unidad, resaltó la gran apertura hacia los refugiados, que encuentran en Augsburgo una segunda patria. Actualmente viven en la ciudad personas de 150 distintas procedencias, que son mantenidas y ayudadas por una red de especialistas comprometidos en el área de la inmigración.

En esta ocasión, diversos grupos de la ciudad comprometidos en el campo social, ofrecieron espontáneamente su compromiso para alojar y acompañar a los nuevos prófugos de Siria. Este gesto de acogida le dio gran alegría al Intendente, que concluyó su discurso así: “La visión de Chiara Lubich, su mensaje, cayó en un terreno fértil… Por lo tanto Augsburgo: una ciudad en camino hacia la unidad. Un camino que es siempre cambiante, pero no abandonaremos nuestro puesto de caminar en la primera fila”

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Empenho social e político, profunda fé no homem e nas suas potencialidades, paixão pelo diálogo. Luciana Scalacci – que nos dejó el pasado marzo -, ao lado de seu marido Nicola e com sua dedicação, generosidade e inteligência, deu uma enorme contribuição ao diálogo, no Movimento dos Focolares, especialmente com as pessoas de convicções não religiosas.